La pasa semana teníamos noticia de la instalación de una imagen religiosa en un colegio público de la provincia Sanlúcar.
El Observatorio del Laicismo recibió la denuncia del caso solicitando intermediación ante las administraciones competentes.
La organización de actos religiosos por parte de este colegio público supone una vulneración de la neutralidad que deben mantener la administraciones públicas en materia de convicciones particulares. Al instalar una imagen religiosa en espacios públicos y celebrar actos de culto, implicando a todo el alumnado del centro, supone una vulneración de la libertad religiosa y de conciencia. En primer lugar, porque se privilegian unas convicciones personales sobre otras, identificando a la administración con una religión particular, violando flagrantemente el artículo 16.3 de la Constitución Española («ninguna confesión tendrá carácter estatal»). Además, se sea o no creyente de esta religión concreta, el contexto social lleva a verse obligado a participar de la actividad por miedo a la discriminación. Todo esto es especialmente grave al tratarse de menores cuya conciencia individual está en formación y por tanto la imposición de símbolos y ritos religiosos atentan a sus derechos que deben ser especialmente protegidos en virtud de la normativa específica para menores.
Así, se ha procedido a interponer una denuncia en la que se reclama la apertura de una investigación sobre estos hechos, para depurar las responsabilidades que corresponda, así como emitir una circular o instrucciones desde la administración para que estos hechos no se vuelvan a producir.
Sobre este mismo caso, Cádiz Laica emitió un comunicado recientemente:
