Comentarios del Observatorio
- El artículo destaca el esfuerzo de asociaciones y obispado, pero de un presupuesto de 100.000€, sólo la Diputación de Guadalajara ha puesto 50.000€, y también ha contribuido el Ayuntamiento de Sigüenza con 3.000€.
- La dedicación de este BIC parece estar destinada en exclusiva al culto, pues no se mencionan otros fines para el espacio monumental rehabilitado con fondos públicos (mayoría) y privados (minoría).
Fue en 1998 cuando la iglesia de Santa María cerró sus puertas para restaurar el edificio. El esfuerzo de asociaciones y el obispado han permitido acometer las obras
Desde el 7 de agosto y 24 años después de cerrar sus puertas, se ha reabierto la iglesia Santa María, ubicada en la pedanía de Bujarrabal, en Sigüenza. Considerada un lugar de Bien de Interés Cultural, y un lugar especial para los habitantes del pueblo, fue el centro de atración y emoción de una generación que no había podido celebrar una misa ahí desde el año 1998.
Con la ayuda de la asociación de mujeres, la Sociedad de Baldíos y la diputación de Guadalajara, entre otros, ha sido posible llegar a un acuerdo para que se pudiera restaurar el templo. En total se han destinado unos 100.000 euros, de los cuales 50.000 han salido del convenio suscrito entre el obispado y la diputación alcarreña; 30.000 euros ha aportado la Asociación de Baldíos de Bujarrabal; 3.000 euros el Ayuntamiento de Sigüenza; quedando pendientes unos 17.000 euros.
El delegado diocesano de Patrimonio en la diócesis alcarreña, Miguel Ángel Ortega, ha explicado en ECCLESIA los acuerdos a los que se llegaron para acometer los trabajos en Santa María: “Cada año el obispado firma unos convenios con la diputación provincial de rehabilitación de templos y otro de restauración de patrimonio mueble” y «dentro de estos convenios una prioridad era poder abrir al culto esa iglesia y darle salida a una situación que se venía incrustando en el tiempo por la falta de voluntad de algunos”, ha añadido. El problema generado durante estas dos décadas no era solo por alguna incidencia económica sino también por la falta de voluntad para solucionarlo.
UNA GENERACIÓN EMOCIONADA
Una vez finalizada la intervención y reabierta al público tras casi un cuarto de siglo, el pueblo ha acogido con emoción la recuperación de las misas: «Fue muy emocionante y emotivo. El templo estaba lleno. Tenemos muchos mayores de más de noventa años que no quisieron perderse este bonito momento que llevaban esperando casi un cuarto de siglo» afirmó la presidenta de la Asociación de Mujeres ‘Nuestra Señora de la Soledad’, Milagros Ambrona, a lo que Ortega ha confirmado que gracias a la contribución de todos“hemos devuelto una alegría y una ilusión a una parroquia y a un pueblo que después de que casi una generación no pudiera entrar a su Iglesia”.
CINCO SIGLOS DE HISTORIA
La iglesia de Santa María no había sufrido modificaciones desde el siglo XVI. Pese a los 24 años que han transcurrido desde el inicio de la restauración del templo, Ortega precisa que “la hemos pillado justo en el momento en el que podíamos mantener toda la estructura original. Es una iglesia renacentista. Estábamos en el momento de perderlo o recuperarlo”, ha comentado el arquitecto.
Las obras realizadas han consistido en la rehabilitación interior de la iglesia con el cosido de los nervios de las bóvedas, el saneamiento de todos los paramentos para quitar humedades y se ha subsanado el pavimento. El arquitecto ha añadido, desde su experiencia como arquitecto, que cada año hace alrededor de 20 o 30 intervenciones aunque “muchas queden pendientes para el próximo año”. También ha invitado a aquellos que estén pasando por la misma situación a ponerse en “total disposición con sus párrocos ya que son los que siempre están en contacto directo con el obispado y la delegación diocesana de patrimonio”.