El pasado viernes, Bergoglio sorprendió al cercenar a la organización privilegiada por Juan Pablo II, que será monitorizada anualmente.
El pasado viernes saltaba una noticia que sorprendía a feligreses y paganos y es que el Papa Francisco en un escrito, Ad charisma tuendum (Para proteger el carisma), un Motu Proprio en el que, por primera vez en cuarenta años, ata al Opus Dei.
En el texto Bergoglio exige volver translúcido la opacidad del colectivo fundado por Escrivá de Balaguer, y le obliga, en la práctica, a refundarse.
«La idea es acabar con esa omerta. El papa Francisco degrada en su escrito al prelado del Opus, es decir, su cabeza. Desde el 4 de agosto no podrá ser obispo, ni podrá portar los ropajes ni el anillo episcopal. También obliga a la organización, la única que gozó del carácter de Prelatura Personal en la vida de la Iglesia, a pasar a depender de la Congregación para el Clero, que monitorizará todas sus actividades. Cada año habrá una revisión y se podrán impedir algunos de los abusos que, en muchas partes del mundo, se han denunciado contra el Opus Dei, sus políticas de segregación y su absoluto control en las casas y colegios propiedad de la Obra», explican desde elDiario.es.
También la Obra habrá de presentar cada año “al Dicasterio para el Clero un informe sobre el estado de la Prelatura y sobre el desarrollo de su labor apostólica”. “Deseando, por tanto, salvaguardar el carisma del Opus Dei y promover la acción evangelizadora que sus miembros llevan a cabo en el mundo, y debiendo al mismo tiempo adaptar las disposiciones relativas a la Prelatura a la nueva organización de la Curia Romana, ordeno que se observen las siguientes normas”, señala el Papa, quien ordena que “los Estatutos propios de la Prelatura del Opus Dei serán convenientemente adaptados”.
La respuesta oficial del prelado (que no obispo) del Opus Dei, ha sido que “aceptamos filialmente”, pero desde el medio digital aseguran que «de puertas adentro el cabreo es importante. Y más cuando se sospecha que este es el primer paso antes de que Bergoglio decrete nuevas Prelaturas personales».
En redes sociales la medida ha sido ampliamente aplaudida en España, donde el Opus Dei ostenta un lugar privilegiado desde que Francisco Franco otorgara a esto un gran poder, sobre todo en el período de su gobernanza más tecnocráctica.
En estos comentarios publicados por diversos usuarios se critica además una actitud sectaria que se le presupone a La Obra: