El ministro de Inclusión repartió el desayuno en la parroquia ’24 horas’ de San Antón
Padre Ángel: «Ahora es el momento indicado para seguir trabajando, mujeres y hombres, para hacer un mundo mejor. Para poder decirle al mundo que vivimos en una sociedad llena de solidaridad”
“Tenemos que trabajar todos juntos”, apuntó Escrivá. “Deberíamos tener aquí, en San Antón, una oficina. Seguramente seríamos más eficaces”, ideó. “Yo no sé si se puede hacer”, admitió, aunque al padre Ángel ya se le iluminó la cara, como en esos momentos en los que ya está pensando en cómo llevar a cabo esa propuesta
El ministro de Inclusión apadrina la presentación de la ‘Memoria 2021′ de Mensajeros de la Paz
Una Memoria especial, marcada por la guerra de Ucrania, la crisis que se nos avecina y los 60 años de Mensajeros de la Paz, el sueño de los dos ‘ángeles’, Ángel García y Ángel Silva, y que hoy está presente en 75 países, con más de 6,8 millones de euros destinados a proyecto sociales nacionales e internacionales, y cientos de miles de beneficiarios en todo el mundo
José Luis Escrivá es ya “un mensajero más”. Un nuevo fichaje del padre Ángel para Mensajeros de la Paz, que esta mañana presentó en la parroquia ’24 horas’ de San Antón su Memoria 2021. El ministro, ataviado con el peto de voluntario de Mensajeros, participó, visiblemente emocionado, en el reparto del desayuno para decenas de personas sin hogar, que no se van de vacaciones, que siguen necesitando ayuda.
“La sociedad no podemos permitirnos que tantas personas que entran en estas trampas de exclusión. Ellos son los ejemplos de lo que nos enfrentamos”, reflexionó el ministro, quien confesó haber encontrado “respuestas en lo concreto”, que van más allá de las altas políticas. Porque tocan a cada persona, su piel, sus dudas, sus huellas…
La de 2021 es una Memoria especial, marcada por la guerra de Ucrania, la crisis que se nos avecina y los 60 años de Mensajeros de la Paz, el sueño de los dos ‘ángeles’, Ángel García y Ángel Silva, y que hoy está presente en 75 países, con más de 6,8 millones de euros destinados a proyecto sociales nacionales e internacionales, y cientos de miles de beneficiarios en todo el mundo.
Un año «completito»
Una Memoria especial, que cubre un “año completito”, como subrayó Sergio Mella, director general de la ONG, que arrancó con Filomena, siguió con la pandemia y la crisis, continuó con Afganistán, el volcán de La Palma y que tuvo continuación, sine die, con la invasión de Putin a Ucrania (ya van 75 ambulancias en el proyecto en común con la fundación de Sor Lucía Caram y los voluntarios de La Caixa). Y nuevos proyectos, como Mensajeros Ads y la donación de la catedral de Justo.
Y una Memoria especial porque, como explicó el padre Ángel, “ahora es el momento indicado para seguir trabajando, mujeres y hombres, para hacer un mundo mejor”. “Para poder decirle al mundo que vivimos en una sociedad llena de solidaridad”. En cuanto a la memoria, el religioso destacó “que tiene mucho más que números, tiene muchas ‘Gracias’”. A los empresarios, a las ONG, a los políticos, a la sociedad, a los voluntarios, a los beneficiarios.
“Esta es una iglesia abierta, que quiere seguir siendo un hospital de campaña que cure heridas muy íntimas”, glosó el religioso, quien agradeció al ministro su presencia en San Antón, su participación en el desayuno de San Antón de hoy, y su escucha de historias personales, dramas que, gracias a instituciones como Mensajeros, permiten mejorar la realidad. “A mí sólo me sale llorar y sonreír”, incidió
Finalmente, Escrivá hizo un reconocimiento del trabajo de Mensajeros de la Paz, y agradeció cómo “ayuda en lo concreto”, también a su labor.
“Nosotros hacemos muchos escritos, muchos planes, y lo hacemos con la mejor de las intenciones, pero las horas que he pasado yo aquí son más productivas, con diferencia, a la hora de saber qué hay que hacer”.
El ministro que dio desayunos
“Estaba dando el desayuno a estas personas, que les cuesta abrirse, con problemas enquistados, pero vas viendo dónde está la trampa de la exclusión social, de la pobreza severa. Está en cada una de estas personas, de ahí la importancia de vuestra labor en esa atención individualizada”, recalcó el ministro, quien compartió sus experiencias con los refugiados de Ucrania.
“Tenemos que trabajar todos juntos”, apuntó Escrivá. “Deberíamos tener aquí, en San Antón, una oficina. Seguramente seríamos más eficaces”, ideó. “Yo no sé si se puede hacer”, admitió, aunque al padre Ángel ya se le iluminó la cara, como en esos momentos en los que ya está pensando en cómo llevar a cabo esa propuesta. “Estos rincones nos abren una ventana a las administraciones públicas, para poder trabajar mejor, ayudaros más, y así ayudar más a los más necesitados”.
Los protagonistas también tuvieron voz. Así lo hizo Mohamed, inmigrante marroquí que ha encontrado salidas laborales gracias al Hogar de Oportunidades y al proyecto de restaurantes solidarios ‘Robin Hood’ (no podía llamarse de otra manera), y Manuel, uno de tantos voluntarios ‘históricos’ de Mensajeros. Hoy, la ONG del padre Ángel tiene uno más. Con cartera ministerial, y sin corbata. Y, quién sabe, si con despacho en San Antón.