COMENTARIOS DEL OBSERVATORIO
La presencia de autoridades públicas, en calidad de tales y no a título privado, en una actividad confesional, violenta la laicidad institucional.
Dicho lo cual, desde el laicismo también es importante señalar que:
- El laicismo es un movimiento que propugna una serie de principios para la convivencia, que son incompatibles con toda forma de violencia, que sólo puede ser ejercida por los cuerpos de seguridad del Estado y bajo estricta regulación garantista de los derechos de la ciudadanía. Por ello, es de condenar la agresión que se denuncia en esta nota.
- También es fundamental la libertad de prensa, así como el derecho a la información, y para la garantía de este derecho es imprescindible contar con una prensa que respeten los principios deontológicos del periodismo. Estos principios son siempre exigibles a todo medio y profesional del periodismo pero aún más, si cabe, cuando hablamos de una agencia pública como la Agencia EFE (autora de esta nota que reproduce Levante EMV). Por ello, es cuestionable la imparcialidad ya que en esta nota no se informa de los motivos de la protesta durante la que se produjo la lamentable agresión.
Tres policías heridos en incidentes al término de la procesión de San Fermín
Miembros de la izquierda abertzale cargan contra la corporación municipal y lanzan objetos al alcalde de Pamplona
Tres agentes de la Policía Municipal de Pamplona, que custodiaban a la corporación municipal durante la procesión de San Fermín, han resultado heridos este jueves en unos altercados provocados por miembros de la izquierda abertzale que se han desarrollado a la altura de la calle Curia de la capital navarra.
Este suceso se ha producido durante el retorno de la procesión en el que la corporación municipal acompaña al Cabildo catedralicio hasta la Catedral de Pamplona. A su paso por la calle Curia varias personas han gritado ‘UPN kanpora’ (‘Fuera UPN’) y han abucheado a la corporación municipal a su paso por esta calle. Además, han lanzado algún objeto al alcalde de Pamplona, Enrique Maya.
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado, con los votos a favor de NA+ y PSN, el voto en contra de Geroa Bai y el silencio de EH Bildu, una declaración en la que condena estas agresiones al alcalde y concejales de NA+ y PSN y expresaba su solidaridad con los policías heridos. «Una agresión de carácter fascista protagonizada por la izquierda abertzale en la subida de la calle Curia», destaca el texto, que agradece la actuación de la Policía Municipal que «ha evitado un auténtico linchamiento».
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha calificado de «auténtico fascismo» estos altercados y ha considerado que «hoy se han traspasado muchas líneas» con tres agentes de la Policía Municipal heridos. Ha criticado que, mientras ocurrían estos incidentes, EH Bildu estaba «repartiendo abrazos con esta gente». «Es evidente quien está feliz con esta situación», ha aseverado Maya, que ha criticado que «llevan calentando el ambiente bastante tiempo, echándonos toda la presión encima y al final unos crean el ambiente y otros lo rematan».
Los tres grupos de la oposición en el Consistorio también han rechazado estas agresiones. EH Bildu ha lamentado los incidentes ocurridos en la procesión y ha remarcado que «las agresiones están fuera de lugar. Una cosa es la crítica política y otra es la agresión que, de ninguna manera, se puede justificar». PSN, por su parte, ha condenado las agresiones y ha remarcado que «estos fascistas agresores no conseguirán distorsionar las tradiciones de Pamplona ni imponer sus posiciones utilizando la violencia». Finalmente, Geroa Bai ha condenado los hechos y ha destacado que «toda crítica política» debe realizarse siempre «de manera pacífica y respetuosa».
Estos incidentes recuerdan a los ocurridos en la procesión de las últimas fiestas de San Fermín en 2019, también a su paso por la calle Curia, cuando varias personas increparon a los representantes de UPN en el Consistorio. Los agentes de la Policía Municipal tuvieron que hacer un cordón en algunos tramos para separar a los participantes del desfile de las personas que les increpaban, lo que provocó varios empujones y algún momento de tensión.