Afirma el ministro de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en su entrevista en el diario EL PAÍS (11 de marzo de 2012) que “el crucifijo en un centro público es un símbolo de paz”. Admitiendo que así sea (con todas las precauciones) y si los símbolos de paz tienen que figurar en las aulas, más que una escena de dolor sugiero una representación de Bob Marley o de John Lennon o del mismísimo Nelson Mandela, simplemente, en aras de la modernidad y por no mostrar a los menores imágenes, como la de la crucifixión, que puedan herir su sensibilidad.
Federico Mayor Zaragoza, ciudadano del mundo. Despedida · por Juan José Tamayo
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