COMENTARIOS DEL OBSERVATORIO
- Esta crítica al proyecto de Reglamento de Laicidad Municipal de Gijón parece olvidar que la prohibición es exclusivamente para el uso del cargo de concejal para la promoción de actos religiosos, de igual manera que la asistencia a estos oficios en calidad de cargos públicos.
- La laicidad institucional no impide a ninguna persona hacer promoción ni participar en cualquier actividad de su preferencia particular.
El concejal de Ciudadanos, Rubén Pérez Carcedo, ha mostrado este lunes su preocupación por el impacto negativo que puede tener en el turismo, y por lo tanto en la economía local, el reglamento de laicidad que promueve el gobierno local.
Así, ha alertado, que además de establecer absurdas prohibiciones a los concejales, contiene algunos aspectos que de llevarse a cabo resultarían claramente contraproducentes para los intereses de propia ciudad, como por ejemplo el pretender que no se puedan publicitar ni promocionar ningún tipo de acto religioso, con independencia de que algunos de ellos como las procesiones de Semana Santa tienen un claro interés turístico.
«De hecho a su juicio estas procesiones tienen más de tradición, historia o cultura que de religión», ha señalado recordando que según el artículo 7.1 de dicho reglamento «no podrían publicitarse en las publicaciones a cargo del Ayuntamiento, lo incluiría la web municipal o cualquier folleto turístico municipal».
«Es completamente absurdo pretender renunciar a promocionar activos turísticos tan importantes para cualquier ciudad de nuestro país como son las procesiones de Semana Santa. Ni tan siquiera ayuntamientos gobernados por Podemos, como el de Cádiz, han dejado de promocionar sus procesiones. Con este reglamento el gobierno de la alcaldesa Ana González vuelve a mostrar su lado más sectario e intolerante, solo les preocupa imponer su ideología», concluye.