Para los que aún se creen que España es un país aconfesional, les presento un desconocido organismo oficial: la Obra Pía de los Santos Lugares de Jerusalén. Es una “institución del Estado” de “carácter público” que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, al mismo nivel que el Instituto Cervantes o la Escuela Diplomática. ¿Su misión? “La cooperación religiosa y humanitaria” y la “difusión de España y su cultura entre los pueblos del Mediterráneo y Oriente” (amén).
Cuando se profundiza un poco más en la Obra Pía, su funcionamiento es algo más prosaico. Este organismo administra varios edificios y terrenos de las antiguas misiones españolas en Jerusalén, Marruecos, Siria y Turquía. También es la propietaria de la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid y de una importante pinacoteca con obras de Rubalta, Zurbarán y el mismísimo Francisco Goya.
La Obra Pía se regula por una ley que redactó uno de los primeros ministros de Exteriores de Franco, Ramón Serrano Suñer, en 1940. Está exenta de pagar impuestos y su patronato es una mezcla de cargos públicos y religiosos. Está el ministro de Exteriores y varios directores generales del Ministerio, pero también el rector de San Francisco el Grande, un “franciscano versado en asuntos de tierra Santa” o “un franciscano versado en asuntos de Marruecos”. Varias de las personas que trabajan en esta institución son funcionarios a sueldo del Estado, a pesar de que la función de la Obra Pía no es nada “aconfesional”: conservar estos edificios cuyo uso es religioso. La Casa Ciudad Vieja de Jerusalén, por ejemplo, está cedido a la Congregación Hijas del Calvario, que mantienen allí el Colegio de Nuestra Señora del Pilar. La Casa Misión de la Purísima Concepción en Tánger lo usan las Misioneras de Calcuta para fines sociales. La Casa de Damasco en Siria está en manos de la Custodia franciscana en Tierra Santa.
Con todo, las cuentas y las propiedades de la Obra Pía al menos son públicas y están tasadas. Sabemos así, por ejemplo, que el año pasado esta institución invirtió varios millones de euros en letras del Tesoro y que también contrató algunos depósitos con el BBVA. Otro organismo similar que también depende del Ministerio de Exteriores, la Obra Pía-Establecimientos Españoles en Italia, es bastante más opaca. Esta institución, que dirige el embajador de España en el Vaticano junto con la Iglesia, se ocupa de gestionar un patrimonio de unos 180 pisos y 80 locales comerciales en pleno centro de Roma. Entre sus inquilinos están algunos organismos del Estado, como el Instituto Cervantes. Gran parte del dinero de los alquileres (seis millones de euros en 2008) acaba después en manos de la Iglesia Católica, en forma de generosos donativos.