Michael Ballweg, fundador de Querdenker, ha sido arrestado por presuntamente haber desviado cientos de miles de euros a su propio bolsillo.
El líder extremista alemán Michael Ballweg ha sido detenido bajo sospecha de estafa y lavado de dinero por presunta apropiación de donaciones destinadas a su movimiento Querdenker 711, creado para combatir las restricciones contra la pandemia de la covid-19.
Así lo informó la policía de Stuttgart (suroeste de Alemania) que explicó que la detención era necesaria pues había peligro de que Ballweg huyera al extranjero. El exempresario está bajo sospecha de haber pedido públicamente donaciones en 2020 y haber desviado cientos de miles de euros para su propio bolsillo.
Ballweg fundó el movimiento Querdenker (pensadores transversales) para organizar protestas en Stuttgart contra las primeras restricciones para combatir el coronavirus. Posteriormente se formaron grupos de Querdenker en toda Alemania. Según un estudio de la Fundación Heinrich Böll en el movimiento hay una mezcla de teorías conspiratorias y esoterismo.
Sospechas de vínculos con grupos racistas y extremistas
Desde finales de 2020 el movimiento original es vigilado por la Oficina Regional para la Protección de la Constitución de Baden Württenberg (suroeste de Alemania). Se sospecha que el movimiento está ligado a grupos racistas y extremistas como los llamados Reichbürger (Ciudadanos del Imperio) que niegan la legitimidad de la República Federal de Alemania.
El abogado Ralf Ludwig, que pertenece al movimiento, confirmó que la vivienda de Ballweg había sido requisada por la policía y dijo que las acusaciones en su contra son “construidas”. Ludwig aseguró al diario Taz que hay una estrategia para “perseguir e intimidar a los líderes de la protesta”.
Ya antes ha habido otras acciones penales contra personas cercanas a los Querdenker. Sucharid Bhardi, por ejemplo, fue acusado de incitación al odio y de negar el Holocausto.
El médico Bodo Schiffmann, por su parte, se vio vuelto en un escándalo por expedir falsos certificados para liberar a sus pacientes de la obligación de usar mascarilla. Entretanto Shiffmann ha emigrado a Tanzania.