Mientras que el obispo de Ciudad Real no entiende la polémica, desde ALEAS IU lamentan el «odio» hacia el colectivo por parte de los prelados y en el Ayuntamiento UP pide al gobierno municipal que aclare su postura.
Revuelo, polémica e indignación es lo que ha suscitado este año la misa en honor de la Virgen de Alarcos, en Ciudad Real, durante la cual se dio lectura a la última declaración emitida por los obispos de la Provincia Eclesiástica de Toledo, que integra la archidiócesis de Toledo y las diócesis de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara, contra la ley de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI aprobada el pasado 5 de mayo por unanimidad en las Cortes regionales.
Una celebración religiosa a la que este lunes asistían representantes de todos los partidos políticos municipales, a excepción de Unidas Podemos, incluidos los tres que en el Parlamento autonómico votaron y aplaudieron de forma unánime la aprobación de esta norma -PSOE, PP y Ciudadanos-, y en cuyas conciencias «están los votos», tal y como dijo el párroco, Pablo Martín del Burgo, dirigiéndose a los políticos cristianos.
Se daba lectura así a una declaración firmada por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro; los obispos de Cuenca, Albacete y Sigüenza-Guadalajara, José María Yanguas, Ángel Fernández y Atiliano Rodríguez, respectivamente, así como por el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar y el obispo auxiliar de Toledo, Francisco César García. En ella manifestaban su «preocupación» por la nueva ley que, en su opinión, «se orienta a implantar en la sociedad una concreta forma de entender la naturaleza del ser humano», al distinguir entre el sexo con el que se ha nacido y con el que la persona se identifica.
Junto a ello rechazan las medidas contempladas para la incorporación de la perspectiva de género de manera transversal y la promoción LGTBI en todos los sectores de la sociedad y para toda la población, así como el régimen sancionador establecido, sobre todo lo cual -dicen los obispos- subyace un planteamiento antropológico que no solo es contrario a la enseñanza de la Iglesia sobe la naturaleza del ser humano, sino que «no responde a lo que afirma la ciencia».
Un escrito que se leía durante la misa de la Virgen de Alarcos en el que se alerta sobre las consecuencias de esta ley «sobre la esencia de la familia» y aseguraban que la libre determinación de la personalidad «no puede ser contraria a la verdad ni ser manipulada».
Palabras que suscitaban revuelo entre los políticos allí presentes durante la propia celebración, aunque ninguno levantara la voz tras lo dicho. La propia alcaldesa, Eva María Masías, al término de la misa reconocía a Lanza que «no había sido acertado», aunque quitaba hierro al asunto asegurando que era «el día de Pentecostés, de la Virgen de Alarcos y todo tiene que ser en torno a ella y para ella».
«En la polémica no entro»
Una polémica por la que ha sido preguntado este miércoles el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, quien ha asegurado no saber si quiera el motivo de la misma, aunque «imagino que el sacerdote que celebró la misa de la Virgen de Alarcos lo que hizo fue leer el documento y se acabó, que es lo que hemos mandado los obispos, que nuestro comunicado se leyera en todas las parroquias».
Dciho esto, Melgar zanjaba la cuestión señalando que en la polémica no entra, aunque defendía que la pretensión de los obispos no ha sido otra que reconocer «toda una serie de esfuerzos que se están haciendo por la igualdad», lo cual dice que animan y apoyan, pero junto a ello «mostrar nuestra preocupación por el tipo de antropología que en esta ley se expresa». Y es que, dice, «se da de tortas contra la antropología cristiana donde se reconoce que existe hombre y mujer, hombre y mujer les creó».
«No vale es que me siento y voy a elegir», ha subrayado, para apostillar que los obispos con su declaración no van en contra de nadie, sino que únicamente han querido así expresar su opinión.
«Los obispos nos odian»
Hechos a los que no ha tardado en llegar la reacción desde distintos colectivos, entre ellos el área ALEAS de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha, desde el que están convencidos de que «los obispos nos odian».
Titulan así un escrito firmado por el responsable del área, Mariano Donate, quien considera que si no fueron bastante las palabras del cura durante la misa en la romería de Alarcos, ahora hay que «aguantar de nuevo» la confirmación de las mismas por parte del obispo de Ciudad Real, mostrando así cómo «odian todo aquello que tiene que ver con la diversidad, igualdad y libertad de las personas que forman parte del colectivo LGTBI en nuestra región». Y lo hacen no presumiendo de tener conocimientos «claros» de la nueva ley de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI de Castilla-La Mancha -apunta-, «sino que son capaces de manifestar el desconocimiento profundo de la norma».
Para ALEAS, los obispos utilizan en su discurso «argumentos fraseados de la extrema derecha, de personas tránsfobas, de radicales intransigentes en contra de los derechos humanos». Personas que «aprovechan sus púlpitos para sembrar el odio y el rechazo a las personas homosexuales, bisexuales, lesbianas, transexuales e intersexuales», contra todas aquellas que apuestan por la igualdad, el respeto a la diversidad, la tolerancia y por una sociedad feminista. «Destilan odio hacia nosotras», apostilla Donate.
Unas declaraciones que no hacen sino «alimentar la lgtbifobia» en la región y «profundizar en la herida del odio que siempre hemos sufrido por ser».
Para el responsable de ALEAS IU de Castilla-La Mancha Melgar «lo hubiera tenido muy fácil», al encontrarse al frente de una diócesis que «presume de ser la provincia con más movimientos y asociaciones del colectivo LGTBI». «Hubiéramos estado encantados de explicar la realidad de nuestra región, del sufrimiento que suponen para muchas personas sus declaraciones, sus argumentarios, sus homilías» y sin embargo, ha preferido «hacer reunión de amigotes para lanzar unas reflexiones llenas de confusión, desconocimiento, mentiras y engaños». Algo que -le recuerda- «son pecados».
Asimismo se dirige al obispo de Ciudad Real para decirle que «ya está bien» de ampararse en la libertad de expresión «para destilar odio». Desde el colectivo, insiste, «no estamos dispuestos a soportar ningún delito de ocio más en nuestra región». Un odio que «se combate», tal y como garantiza la nueva ley, «para que todas, todos y todes tengamos la región por la que hemos luchado: plural, diversa y libre».
Le insta así a dejar de odiar a las personas, al tiempo que le invita a «reflexionar» sobre todo esto, ya que en ningún momento se ha mencionado a la Iglesia. Y es que, apostilla, «Iglesia, menos curas y obispos; partidos políticos, organizaciones sindicales, organizaciones sociales, colectivos y ciudadanía están a favor de la norma». «Usted se ha quedado solo y se queda con su odio», sentencia.
Tienen que aclarar su postura
Por su parte desde Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Ciudad Real se ha solicitado al equipo de gobierno una aclaración sobre cuál es su postura respecto a lo sucedido durante la misa este lunes.
Para la coalición de izquierdas la lectura de la declaración de los obispos de Castilla-La Mancha en contra de la ley de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, y el silencio del gobierno municipal al respecto, pone de manifiesto «las contradicciones con las que nos estamos encontrando durante todo este mandato», en el que se aprueban mociones a propuesta del grupo municipal para defender los derechos de las personas LGTBIQA+ y, al mismo tiempo, «se asiste a misas en las que se defienden posturas en contra de los derechos de este colectivo».
En este sentido la concejala de Unidas Podemos, Prado Galán, considera que «no se puede estar en todas las fotos» y que «hay momentos que exigen tomar posición y definir cuál es la postura de cada partido».
Posición que, en el caso de Unidas Podemos, «está absolutamente clara y definida desde el minuto uno», puesto que «siempre nos hemos comprometido con los derechos de las personas LGTBIQA+ y lo seguiremos haciendo». Sin embargo ahora deben ser otros los que tienen que aclarar «cuál es su posición», la cual «ha quedado claramente diluida con su presencia en esta misa» y lo que aún consideran más preocupante, «su silencio», tras unas declaraciones que «sin duda, merecen que salgamos diciendo alto y claro que no estamos dispuestas a dar ni un paso atrás en la defensa de los derechos y libertades de este colectivo que lleva años luchando y sufriendo».
Por último Galán ha vuelto a reclamar al equipo de gobierno, compuesto por diez concejales del PSOE y tres de Ciudadanos que se posicionen «alto y claro» a favor de los derechos de las personas LGTBIQA+ «sin fisuras ni medias tintas».