El colectivo denuncia el “desprecio” hacia su identidad histórica y artística “para centrarse de forma excluyente en su uso como Catedral”
“La Iglesia católica ignora los principales valores de la Mezquita de Córdoba reconocidos por la Unesco en el Plan Director que regulará la gestión del monumento universal y que tramita actualmente ante la Consejería de Cultura”. Así lo denuncia la Plataforma Mezquita Catedral en su pliego de alegaciones al documento presentado esta misma semana ante la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura. En el texto, asegura que el nuevo marco regulatorio del monumento “constituye un claro ataque” a los principios de la Unesco y un “desprecio notable hacia los componentes históricos y artísticos que atesora el edificio”, según detalla a través de una nota de prensa.
La Mezquita de Córdoba fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1984 en reconocimiento a sus excepcionales valores andalusíes y por constituir “uno de los principales ejemplos de la arquitectura religiosa del islam”. Los cuatro criterios básicos que justificaron su inclusión en el listado de la organización internacional “han sido prácticamente laminados del Plan Director por la Iglesia católica, que centra las 281 páginas del voluminoso documento casi exclusivamente en su uso como Catedral”. “Todo ello es contradictorio con los criterios de la Unesco, donde incide en cuestiones culturales, históricas, artísticas y patrimoniales, que han sido casi marginadas”, señala la alegación.
En su argumentación, la Plataforma lamenta que el Plan Director designe el uso religioso como “prioridad absoluta y prevalente” ante cualquier otro. “Hasta el uso cultural lo asigna en exclusiva al Foro Osio, una entidad vinculada al Cabildo catedralicio. Esta desigual consideración del conjunto monumental, portador de valores patrimoniales, artísticos e históricos excepcionales, contrasta con el uso real del edificio. Y recuerda, por ejemplo, que el 90% del tiempo que la Mezquita Catedral permanece abierta se destina a uso cultural y turístico, mientras que apenas un 10% tiene como objetivo la liturgia. De hecho, el monumento recibe cada año casi 2 millones de visitantes, frente a unos pocos miles que asisten a los oficios religiosos”, exponen.
Según la Plataforma ciudadana, la “autenticidad” de la Mezquita de Córdoba, como valor fundamental protegido por la Unesco, “está amenazada por la gestión del Cabildo y así queda claramente reflejado en el Plan Director que se somete actualmente a tramitación”. El documento identifica “autenticidad con función religiosa y no con los valores originarios que justificaron su inclusión en el listado del Patrimonio Mundial”, indica el pliego de alegaciones.
“El documento de la Iglesia incumple, a juicio de la asociación patrimonialista, el Plan Nacional de Catedrales y las directrices de la Unesco al no prever mecanismos y órganos participativos”, en los que estén presentes las administraciones, las entidades científicas y culturales o las organizaciones ciudadanas. Todos los órganos previstos en el Plan Director de la Mezquita Catedral están relacionados “directa y exclusivamente” con el Cabildo eclesiástico, señalan. “Tampoco se ha establecido un procedimiento de consulta y participación con el Ministerio de Cultura, que es precisamente el interlocutor válido español ante la Unesco”, argumentan.
El Patio de los Naranjos, que está consignado en el PGOU como un espacio libre y de uso público, aparece en el Plan Director como “un lugar cerrado a la ciudad y asociado de forma excluyente a la función religiosa dictaminada por el Cabildo catedralicio. No se menciona tampoco la sentencia del Tribunal Supremo que anuló la autorización de la eliminación de la celosía, cargó contra la arbitraria gestión del monumento y previno ante eventuales actuaciones que en el futuro no respondan al criterio de proteger, conservar y rehabilitar, tal como establece la Ley de Patrimonio Histórico”.
Finalmente, la alegación critica que la Iglesia haya utilizado el Plan Director como instrumento para reivindicar la presunta propiedad del conjunto monumental. La Plataforma ciudadana cree que este tipo de documentos no son el lugar adecuado. “Utiliza la titularidad para asignar al obispo y el Cabildo la exclusiva dirección en la gestión, coordinación y seguimiento de actividades”, concluye.