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El alcalde que albergará el proyecto de los Heraldos del Evangelio señala ahora al obispo: “Está muy callado”

El regidor de Sevilla la Nueva (PP) asegura que la asociación investigada por el Papa llegó a su municipio con el aval de la Diócesis de Getafe; esta congregación pretende levantar un complejo de 12.900 metros cuadrados en una zona verde

El municipio de Sevilla la Nueva no está acostumbrado a acaparar el foco mediático. Ni sus vecinos ni su alcalde. Sin embargo, durante este último mes algunos residentes y el regidor se han acostumbrado a hablar con periodistas y a posar ante la cámara. Las pretensiones de los Heraldos del Evangelio —una polémica organización religiosa investigada por Roma— de levantar un macrocomplejo religioso de 12.900 metros cuadrados en un enclave natural ha acaparado el interés de los medios de comunicación y el reproche de algunos residentes. 

“Esto está suponiendo una erosión personal considerable, también para el equipo de gobierno”, reconoce Asensio Martínez (PP), alcalde de este municipio, sobre la polémica que ha generado la tramitación administrativa del oasis religioso que los Heraldos pretenden levantar en este municipio dormitorio, de casas bajas y grandes espacios verdes protegidos, situado a 40 kilómetros del centro de Madrid.

El alcalde sospecha que el objetivo de los Heraldos es construir en su municipio “un centro de referencia” para la “comunidad religiosa” de esta asociación. Ante las críticas recibidas por algunos de sus vecinos por las polémicas que persiguen a esta congregación y por su intención de levantar construcciones de decenas de metros de altura en un espacio verde protegido, Martínez opta por descargar responsabilidades. “El aval de esta orden era el obispo de Getafe. Por cierto, está muy callado también. Podéis ir a preguntarle”, apunta.

El partido de Martínez –que tiene mayoría absoluta en el municipio– votó en septiembre a favor de iniciar la “tramitación administrativa, urbanística y ambiental” del estudio de detalle presentado por la asociación religiosa. Dos años antes, tanto Martínez como la primera teniente de alcalde, María del Carmen Chueca, participaron junto al obispo de Getafe y el arzobispo de Ayacucho (Perú), Giner Ramón García y Salvador José Miguel Piñeiro, en el acto de bendición de la primera piedra de la Iglesia que los Heraldos pretenden construir en su parcela de Sevilla la Nueva.

El alcalde asistió a la bendición de la primera piedra de la iglesia

El Ayuntamiento hizo alusión a este encuentro en el primer comunicado que publicó para aclarar en qué situación se encontraba la tramitación del proyecto urbanístico de los Heraldos del Evangelio. El alcalde asegura que esta congregación religiosa cuenta con el aval del obispo de Getafe, que es la máxima autoridad eclesiástica encargada de esa zona territorial. Sin embargo, desde la Diócesis madrileña optan por mantener el silencio y no pronunciarse sobre esta cuestión. “Sobre el tema de los Heraldos declinamos hacer declaraciones”, se limita a apuntar un portavoz de la institución religiosa. 

“Creo que no deberían haber ido”, opina Jacinto Fernández, uno de los residentes de Los Cortijos, la urbanización donde se han establecido los Heraldos, en relación a la asistencia de representantes municipales a ese acto religioso. Junto a Fernández, varios vecinos de la zona se han organizado para protestar por las intenciones de esta congregación religiosa, que pretende levantar un macrocomplejo de 12.900 metros cuadrados en un municipio protegido medioambientalmente con la calificación de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

La asociación quiere construir una iglesia, una hospedería y un monasterio en una parcela de su propiedad que se extiende a lo largo de 200.000 metros cuadrados. Según varias fuentes consultadas, entre sus aspiraciones los Heraldos planean edificar “dos torres de 70 metros de altura” en la iglesia, a pesar de que la elevación máxima autorizada en el municipio es de siete metros.

Consciente de las pretensiones de la congregación, Martínez advierte de que “probablemente” esta organización no podrá sacar adelante las “aspiraciones que inicialmente tenían previstas”. Aún así, recuerda que los Heraldos son los “propietarios legítimos” del suelo y “podrán desarrollar urbanísticamente lo que se recoja en las normas subsidiarias”.

De una forma parecida se ha manifestado repetidamente uno de los portavoces de esta congregación al ser contactado por elDiario.es. Según ha explicado a esta redacción, los Heraldos no pretenden incumplir la legalidad urbanística municipal y se muestran dispuestos a adaptar su proyecto. “Dependerá de lo que se pueda construir dentro de lo que permitan las normativas vigentes. En todo caso, se disminuirá lo que sea necesario”, apuntó el representantes de los Heraldos. Actualmente, la tramitación administrativa “está siguiendo su curso normal”, añade el letrado de la asociación.

Los servicios jurídicos del Ayuntamiento están trabajando para responder a las más de 200 alegaciones que se han presentado al inicio de tramitación del expediente. Sobre las pretensiones urbanísticas, también se tiene que pronunciar la Comunidad de Madrid, encargada de realizar una evaluación ambiental. Más allá de los siete metros de altura, Fernández alerta de que “las normas subsidiarias” que rigen el perfil urbanístico en el municipio establecen que en la zona “no se puede construir nada que suponga un incremento de tráfico rodado, un incremento de ruidos y una atracción de visitantes”. Por lo tanto, este vecino tiene claro que un “centro de peregrinaje” no entra en la normativa elaborada por el Ayuntamiento.  

Desapego hacia la familia biológica

Los Heraldos del Evangelio están reconocidos como una asociación internacional de fieles por el Vaticano. Fue el Papa Juan Pablo II el que aprobó su reconocimiento en 2001. En 2019 el Papa Francisco tomó la decisión de colocar a un “comisario pontificio” para que tomase las riendas de esa institución, que llevaba varios años investigada por presuntas irregularidades en su gestión. 

El comunicado del Vaticano en el que se anunciaba la investigación apuntó a abusos de poder y de conciencia. El anuncio de Roma coincidió con la difusión de vídeos de reuniones de miembros de la organización en los que algunos relataban diálogos con el demonio durante exorcismos realizados invocando al fundador del grupo y en los que también había referencias al poder del demonio sobre el Vaticano. 

Familiares y antiguos miembros de esta asociación explicaron a elDiario.es cómo “se utilizaban mentiras para atraer a nuevos jóvenes”. Los entrevistados por esta redacción detallaron que la vida interna está pautada por una disciplina marcial y dirigida por un manual –conocido internamente como Ordo de costumbres– que dirige desde el corte de uñas a las relaciones con el sexo opuesto. Estas fuentes también alertaron del desapego a la familia biológica. “Se nos prepara mentalmente y físicamente para desapegarnos de nuestros padres porque podría costarnos la vocación”, indicó a esta redacción un antiguo miembro chileno. 

En un escrito dirigido a esta redacción, que se puede consultar aquí, esta congregación plantea que no han sido condenados “ni han tenido procedimiento penal o civil alguno en los que se le haya acusado de secta”. “Es más, los Heraldos del Evangelio no realizan ninguna práctica que pueda entenderse de abuso psicológico, ni espiritual, ni manipulación ni programación, siendo que lo único que realizan es una actividad apostólica en el mismo sentido que la Iglesia Católica, (de la que forman parte), ha venido realizando a lo largo de más de XX siglos de existencia”, apuntan los abogados de la asociación.

“Un día histórico”

“Hoy es un día histórico en la villa de Sevilla la Nueva. Somos un municipio que se fundó en el siglo XVI y hoy, gracias a la iniciativa de la comunidad de los Heraldos del Evangelio, hemos asistido a la colocación de la primera piedra de la iglesia que va a vertebrar toda la vida social de esta comunidad. Sencillamente dar gracias a la Diócesis de Getafe y muy especialmente a los Heraldos del Evangelio por confiar y elegir Sevilla la Nueva”. Estas fueron las palabras del alcalde Martínez en el acto organizado para celebrar la parroquia que esta congregación pretende levantar y cuyos permisos se están gestionando actualmente. El evento se produjo el pasado 18 de mayo de 2019. Faltaban 13 días para las elecciones municipales. 

En aquel momento, esas palabras y la presencia de Martínez pasaron desapercibidas. El alcalde fue reelegido en los comicios con el 55% de los votos. Ahora, a un año de revalidar el mandato reconoce que este asunto le está pasando factura. “Lo único que hace es erosionarnos. De eso se sirve la visión sesgada que algunos grupos políticos o sociales puedan tener en amplificar esta cuestión”, apunta. 

Tres años después de celebrar como “un día histórico” la llegada de los Heraldos a Sevilla la Nueva, los calificativos vinculados a esta asociación han desaparecido. Preguntado por esas declaraciones grabadas y difundidas por la asociación en su canal de Youtube, el alcalde opta por recular. “Estaba en periodo preelectoral, no me acuerdo muy bien de lo que dije. Si dije alguna barbaridad, pido disculpas socialmente”, apunta, a la vez que puntualiza que en ese acto se puso la “primera piedra de una capilla”. Sin embargo, ante la cámara de la organización religiosa tanto él como la primera teniente de alcalde hicieron referencia a una iglesia y no a una capilla. 

Con todo, defiende su asistencia a este acto. “Lo único que se hizo fue poner una primera piedra totalmente simbólica. No había ningún tipo de compromiso jurídico, legal o técnico que a esta casa le suponga ningún tipo de compromiso”, apunta. 

Un asiduo asistente a eventos religiosos

Martínez justifica su presencia en el evento con los Heraldos del Evangelio aseverando que él asiste a actos de otras confesiones religiosas. “Acudo a la ceremonia del cordero cuando me invita la población árabe, por cierto, [un evento] bastante desagradable”, indica. A Sevilla la Nueva se ha acercado, según indica, “hasta el patriarca ortodoxo buscando suelo para montar una iglesia”. Y continúa poniendo ejemplos sobre actos en los que participa: “Voy a Brunete, a la iglesia evangélica. Para mí son los mejores. Yo sería evangélico si fuera creyente porque son muy animados y cuando me invitan, voy. Aquí se ha llegado a hacer un concierto con ellos en la plaza”. 

El alcalde reconoce que este asunto “ha generado mucha tensión” y ha polarizado al municipio. “Hay dos partes de la población. Unos que están muy a favor y otros que están muy en contra, pero mi sentir es que el grueso mayor de la ciudadanía tiene ahora mismo otras prioridades”, indica Martínez. Por su parte, Fernández, el vecino de la urbanización en la que se han establecido los Heraldos, rebaja la tensión apuntada por el alcalde. Asegura que las relaciones en el pueblo no se han enturbiado.

Los Heraldos del Evangelio han denunciado públicamente que en la noche del 15 al 16 de mayo se produjo una “profanación” en la parcela que tienen en Sevilla la Nueva. Según han apuntado en un vídeo publicado en Youtube, “alguien movido por el odio” rompió la figura de una virgen. “Ha sido algo provocado por aquellos que odian lo más sagrado que llevamos en el corazón: el amor a Dios y a la santísima virgen”, apunta un miembro de la asociación en las imágenes difundidas por la asociación.

“Este clima de persecución religiosa, según los Heraldos del Evangelio, ha podido ser creado por un intento de linchamiento mediático en contra de esta asociación católica, promovido recientemente por parte de ciertos sectores de prensa cuya inclinación ideológica es de sobra conocida”, apuntan en un comunicado. A las pocas horas de que se conociesen estos hechos, el grupo de vecinos del que forma parte Fernández emitió un comunicado en el que se desvinculaban del “acto vandálico” y manifestaban, “de forma rotunda”, su “posición inequívoca en contra de este hecho”.

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