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La lucha contra el cautiverio marital continúa

“Mi lucha no es diferente a la de las mujeres europeas de los años 50 y 60”. Shirin Musa demostró que la lucha contra el cautiverio marital es una lucha universal, por la defensa de los derechos humanos. La fundadora de ‘Femmes For Freedom’ así lo hizo ayer ante el público que asistió a la Biblioteca de Asturias ‘Ramón Pérez de Ayala’, en el acto titulado ‘Las mujeres olvidadas de Europa. Femmes For Freedom y la lucha contra el cautiverio marital’, que fue organizado por ‘Femmes For Freedom’, la Asociación Asturiana de Sociología ‘Adolfo G. Posada’ y el Colegio Oficial de Ciencias Políticas y Sociología del Principado de Asturias.

Conferencia de Shirin Musa en la Biblioteca de Asturias ‘Ramón Pérez de Ayala’. Foto: Alisa Guerrero

Shirin Musa es una mujer holandesa, de origen pakistaní y de religión musulmana. Estuvo casada con Walid, un hombre también de religión musulmana, hasta que, en 2008, Musa decidió divorciarse. En ese momento, comenzó su calvario: su marido le dijo que le concedía el divorcio según la ley holandesa, pero que jamás lo haría según la ley islámica de Pakistán. Tal y como lo relató Musa, la ley islámica requiere el permiso expreso del marido para la separación marital. Aquel fue el inicio de una larga lucha contra el “cautiverio marital”, concepto acuñado por la propia Shirin Musa y que consiste en la unión marital religiosa en la que miles de mujeres se encuentran en contra de su voluntad.

Shirin Musa pronto se dio cuenta del poder que otorga el conocimiento, y concretamente el conocimiento del derecho y las leyes. Así, cursó los estudios de Derecho y se especializó en las relaciones entre religión y leyes, con el objetivo de poder escapar de un matrimonio que la tenía en cautividad. No obstante, renegar del islam nunca fue una opción: la religión la constituye a ella misma como persona. Mientras tanto, a pesar del apoyo que recibió de su propia familia, Musa se daba de bruces con un profesorado universitario que no le daba ninguna alternativa: “eres una mujer, acepta tu suerte”, le decían.

Foto: Alisa Guerrero

Lejos de resignarse, Shirin Musa viajó a Irak para pedirle ayuda al Ayatollah, una de las grandes autoridades del islamismo chií, al que pertenece Musa. Hay que recordar que en Pakistán la religión islámica suní es la mayoritaria, y los chiíes son considerados como una comunidad minoritaria. Sin embargo, Musa no consiguió el ansiado amparo debido a las restricciones que la propia religión le imponía.

Ya en 2010, Shirin Musa consiguió llevar su caso al Tribunal Constitucional holandés, exigiendo que Walid fuese sentenciado a divorciarse de ella por el islam, y logró una hazaña histórica: su caso fue reconocido como un acto ilícito. “Fue el día más bonito de mi vida”, expresó Musa. La figura de cautiverio marital se consideró desde entonces como una violación de los derechos humanos y, por primera vez en la historia del derecho en Holanda, un hombre iba a recibir una pena por no haber concedido el divorcio a su mujer.

Foto: Alisa Guerrero

La lucha de Shirin Musa continuó: “no fui la primera, ni seré la última”. Con este objetivo nació ‘Femmes For Freedom’, en búsqueda del reconocimiento del derecho a un divorcio islámico, así como el cumplimiento de la Convención de la Mujer de la ONU. Su lucha continúa en la actualidad a través de la concienciación colectiva, la reivindicación de los derechos humanos y el auxilio a miles de mujeres que viven, todavía hoy, en cautiverio marital. Una lucha que “no es diferente a las luchas feministas europeas”, ya que “es una cuestión de derecho a decidir sobre nuestras propias vidas”.

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