Esta comunidad religiosa ha pedido a la Comunidad de Madrid que autorice la construcción de dos torres góticas, con agujas incluidas, para la iglesia que proyecta en la localidad madrileña de Sevilla la Nueva, donde en una finca de 198.000 metros cuadrados protegida medioambientalmente, planea también un monasterio, una hospedería y un colegio.
Dos torres góticas con sus correspondientes agujas apuntando al cielo. Así quiere que luzca la futura basílica de Nuestra Señora de la Resurrección en Sevilla la Nueva (Madrid) la asociación ultracatólica Heraldos del Evangelio, según el proyecto urbanístico que se está tramitando gracias a la mayoría absoluta del PP en la localidad y con la oposición frontal de los vecinos, según publicó este diario en exclusiva.
Que la parcela de 198.000 metros cuadrados propiedad de los Heraldos del Evangelio esté calificada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y que allí aniden águilas imperiales, una especie de máxima protección en la región de Madrid, no parece importarles a los peculiares miembros de esta comunidad (intervenida por orden del Papa Francisco tras investigaciones sobre abusos de poder), que llevan su particular cruzada por la evangelización a la máxima expresión arquitectónica a través de colosales castillos y basílicas monumentales repartidos por una treintena de países.
Según las Normas Subsidiarias de Ordenación Urbanística de Sevilla la Nueva, la altura máxima de edificación es de siete metros, un límite marcado por la normativa ZEPA. Pero muy alejado del «sueño» de los Heraldos de levantar torres de campanario de hasta 70 metros de altura, tal y como se presentó inicialmente el proyecto en el ayuntamiento, gobernado por el PP.
«Las torres benefician a las cigüeñas«, ha dicho este pasado fin de semana el hermano Carmelo a un puñado de vecinos de la Urbanización Los Cortijos, en cuyo epicentro se levantará el macrocomplejo religioso, dedicado a la virgen de Fátima. Al proyecto se opone el centenar de residentes de la urbanización, un remanso de paz rodeado de vegetación. El proyecto urbanístico de los Heraldos del Evangelio está en estos momentos en fase de alegaciones y los vecinos ya han presentado en torno a cien, según ha podido saber este diario.
En una reunión celebrada el pasado sábado entre los Heraldos del Evangelio y los vecinos de Los Cortijos, un asesor de la asociación religiosa desveló que «se ha pedido autorización a la Comunidad de Madrid para levantar las torres de la iglesia a mayor altura de lo permitido», es decir, siete metros, lo que equivale a dos plantas de una casa. «Lo mismo finalmente es solo una torre», dijo también, tal y como ha podido comprobar Público. En otro momento de la reunión indicó que «al final la Comunidad de Madrid puede decir que las torres deben medir 15 metros (…) Haremos lo que la Ley nos permita», remarcó ese asesor.
Los Heraldos trataron de mostrarse amigables ante los que serán sus convecinos y anunciaron que la iglesia, el monasterio, la hospedería, el colegio y la piscina proyectados «se harán poco a poco. No tenemos dinero para construir todo eso, ojalá», dijo el hermano Carmelo.
La finca Los Alcores, en el centro de la urbanización Los Cortijos, fue adquirida en 2018 por la Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima, entidad vinculada a los Heraldos del Evangelio, a los herederos del exministro socialista Miguel Boyer. Su proyecto es erigir un complejo dedicado a la virgen de Fátima que incluirá una hospedería con 448 plazas de aparcamiento para las familias que quieran pasar allí unos días, según consta en la solicitud de informe técnico que la entidad envió al Ayuntamiento en septiembre de 2018, a la que ha podido acceder Público.
El arquitecto municipal informó favorablemente del proyecto y la tramitación comenzó en agosto de 2021, tras un pleno en el que se impuso la mayoría absoluta del PP, con el voto favorable del único concejal de Ciudadanos y los dos votos negativos del PSOE. El concejal de Vox no participó.
Así pues, queda en manos de la Comunidad de Madrid el informe medioambiental definitivo que apruebe el exceso de altura permitido en las edificaciones de la urbanización. Que las torres de la basílica de los Heraldos del Evangelio sean más o menos altas dependerá en última instancia del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, pero lo que ya parece claro es que, sea una torre o dos torres, la futura iglesia sobrepasará los siete metros de altura permitida, según consideran los vecinos y vecinas.
Los Heraldos del Evangelio solicitaron al ayuntamiento que autorizase «con carácter excepcional» la superación de alguno de los límites normativos, según consta en la solicitud de informe técnico, como ha podido comprobar este medio.
Por su parte, el alcalde de Sevilla la Nueva, Asensio Martínez Agraz, promete a los vecinos velar por sus intereses. Así lo indica el regidor a Público: » Tengo que conjugar los intereses de los vecinos con los intereses de los Heraldos del Evangelio». Martínez Agraz asegura que «empatizo con lo vecinos, comprendo su inquietud, pero desde 2001 existe una edificabilidad de 32.500 metros cuadrados en esa parcela privada y tengo que velar por la legalidad vigente».
«Me hubiera gustado más que se instalara una universidad, pero qué le vamos a hacer», reconoce el alcalde. «Yo conozco los deseos de los Heraldos, que aspiran a esas torres, pero que sea la Comunidad de Madrid la que decida finalmente es una garantía medioambiental«, dice.
Como los antiguos templarios y sus cruzadas
Las inquietudes de los vecinos no son ajenas a la particular naturaleza de organización de los Heraldos del Evangelio, una asociación religiosa privada de fieles de derecho pontificio, aprobada por la Santa Sede en 2001 y salpicada por varios escándalos que apuntan a su presunta férrea disciplina para con sus miembros y a exorcismos que no aprueba el Vaticano, según recoge la prensa católica especializada.
En 2019, el Papa Francisco acabó por intervenirla, nombrando un comisario pontificio y cerrando, un año después, los colegios de la comunidad, ante las quejas de las familias por presunta alienación ejercida por los Heraldos respecto a los menores residentes en sus centros.
Los Heraldos del Evangelio cuentan con tres ramas, la laica, la femenina y la sacerdotal. Sus miembros visten hábitos semejantes a los de los antiguos caballeros templarios, incluidas las botas militares. Su misión evangelizadora es para ellos como una cruzada.