Los Ejércitos y la Armada cuentan con 18 iglesias y capillas adscritas, 238 salas muticonfesionales y 84 miembros en el Servicio de Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas.
El Ministerio de Defensa ha gastado un total de 39.196.666 euros en salarios de religiosos desde entre los años 2012 y 2021. Así lo ha informado el Gobierno en una respuesta parlamentaria a una pregunta del senador Carles Mulet, del Grupo Parlamentario Izquierda Confederal e integrante de Compromís.
Lejos de reducirse esa cifra en los últimos años, desde 2012 las retribuciones brutas han aumentado en más de medio millón de euros, pasando de 2.687.209 eb 2012 euros a 3.322.109 en 2021, según se desprende de los datos ofrecidos por el Ministerio.
Asimismo, Defensa ha relatado que cuenta con 18 iglesias y capillas adscritas a los Ejércitos y a la Armada, así como 238 espacios en en las unidades que pueden ser usados como salas multiconfesionales. Las Fuerzas Armadas también contarían con 84 miembros en el Servicio de Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas.
El Ministerio también ha señalado que, “con carácter general, el mantenimiento y conservación de las iglesias y las salas aconfesionales se sufragan con cargo a los créditos presupuestarios asignados, con medios propios de las unidades de las que dependen o conforme a acuerdos marcos y contratos que se publican en la Plataforma de Contratación del Estado.
Curas en el Ejército
Desde Compromís denuncian que la información ha llegado “después de una espiral de preguntas formuladas por el senador de Compromís Carles Mulet, a las cuales [el Gobierno] no quería contestar”. La formación ha preguntado esta información en una decena de ocasiones en los últimos meses, tanto de forma oral como escrita.
Para el senador, “una cosa es tener edificios para el uso religioso si los miembros de la Fuerzas Armadas quieren hacer uso de ellas, otra, en un Estado aconfesional, que mantener a curas católicos en el ejército, que son totalmente prescindibles, nos cueste 40 millones de euros en diez años”.
Mulet ha indicado este miércoles que “en un Estado como el nuestro la religión no es obligatoria, y forma parte del ámbito íntimo y personal, y no tiene ningún papel en las funciones de la defensa del territorio español”. Para él, “datos como estos, demuestran que el nacionalcatolicismo es algo todavía no superado”.