Una concentración exigirá el 14 de noviembre al Ayuntamiento que la antigua calle Hermanos García Noblejas, de Ciudad Lineal, mantenga la denominación de la Avenida de la Institución Libre de Enseñanza. En un duro comunicado acusan a «las tres derechas» de PP, Ciudadanos y Vox de desmantelar «la voluntad popular»
La batalla entre la izquierda y la derecha por la denominación de algunas de las calles de Madrid no cesa. Los cambios comenzaron entre 2016 y 2017, casi diez años después de que el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero aprobara en 2007 la primera ley de Memoria Histórica. Entonces, el callejero de la capital comenzó a sufrir un vuelco cuando el Gobierno municipal de Manuel Carmena aplicó las recomendaciones contenidas en el informe emitido por el Comisionado de la Memoria Histórica y aprobó un acuerdo por el que se cambió la denominación de 52 calles, plazas y travesías de la ciudad de referencias franquistas, sustituyéndolas por los nombres que tenían antiguamente, o por los de hombres y mujeres ilustres que destacaron en diversas áreas. La llegada al gobierno del PP en coalición con Ciudadanos, y la irrupción de Vox en el Ayuntamiento, supuso un varapalo contra ese acuerdo, ya que el equipo municipal ha logrado anular algunos de estos cambios.La Justicia anula el cambio de nombre de la calle «Caídos de la división azul» propuesta por Carmena
SABER MÁS
Una de las esas calles que ha sufrido estos vaivenes ha sido la de los Hermanos García Noblejas, bautizada con ese nombre durante el franquismo, que marca el límite entre los distritos de San Blas, Canillejas y Ciudad Lineal. La junta de Gobierno municipal, con Carmena al frente, decidió en 2017 que se denominara Avenida de la Institución Libre de Enseñanza como homenaje a este modelo educativo fundado por el ensayista y pedagogo Francisco Giner de los Ríos. Pero los familiares de los hermanos falangistas recurrieron la decisión.
A finales de mayo de 2018, la jueza sustituta del juzgado de lo contencioso-administrativo número 24 de Madrid, Ana Monreal, anulaba el cambio de nombre y decretaba que la Avenida de la Institución Libre de Enseñanza volviera a llamarse Hermanos García Noblejas tras estimar aquel recurso. La magistrada consideró que la decisión del cambio de nomenclatura no estaba ajustada a derecho, por lo que conminó al Ayuntamiento de Madrid de Carmena a mantener el nombre de la calle, impuesto por la dictadura franquista.
La jueza, en su auto, esgrimía que los García Noblejas eran efectivamente «tres hermanos falangistas y uno carlista que se sumaron activamente a la sublevación militar de 1936». Sin embargo, para la magistrada la explicación del comisionado de Memoria Histórica era una «escueta realidad de la historia», y argumentaba no encontrar «de qué forma los hermanos García Noblejas colaboraron en la sublevación militar o en la Guerra Civil o fueron instrumentos relevantes en el sostenimiento del sistema dictatorial implantado por Franco después de la guerra». El Ayuntamiento de Madrid fue el que en este caso recurrió la sentencia. Pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la ratificó el 13 de mayo de 2021, por lo que la placa de ‘Hermanos García Noblejas’ previsiblemente será nuevamente colocada en esa larga avenida.
A raíz de este fallo, diversos colectivos de la Memoria Histórica han iniciado una nueva lucha para impedir que se vuelva a rotular con su nomenclatura antigua. La primera convocatoria para realizar una concentración será el próximo domingo, 14 de noviembre, a las 12.00 del mediodía, frente a la Junta Municipal del distrito de Ciudad Lineal.
En un manifiesto firmado por los integrantes del Movimiento Memorialista de Madrid, del que forman parte organizaciones Memorialistas y de Víctimas del Franquismo, colectivos feministas, partidos políticos, organizaciones sindicales y sociales, así como diversas personalidades y entidades de la cultura, acusan al actual equipo de gobierno del PP y Ciudadanos de haber realizado, con el apoyo de Vox, «importantes cambios en la política memorialista con el principal objetivo de desmantelar las políticas memorialistas llevadas a cabo por el anterior gobierno municipal en materia de Memoria Histórica y Democrática». Según recuerdan, «estos ataques comenzaron con la primera medida adoptada que consistió en decretar el cierre de la Oficina Municipal de Derechos Humanos y Memoria, constituida con el objetivo de dar cumplimiento en la capital a la Ley de Memoria del año 2007».
La siguiente medida del Alcalde –prosiguen– fue «destinar el dinero acordado en la anterior legislatura para la construcción de un memorial en recuerdo de los presos políticos de la antigua cárcel de Carabanchel, a la compra de dos camiones para el traslado de caballos de la Policía Municipal». Tampoco dejan pasar que «el 25 de noviembre de 2019, dando continuidad a esta política de desmantelamiento, el gobierno municipal procedió a arrancar las lápidas con los nombres de las 2.936 personas fusiladas en los primeros años de la Dictadura, entre 1939 a 1944, en el Cementerio del Este de Madrid, por el único motivo de haber defendido la Libertad, la Democracia y la Justicia Social». O que «el 16 de febrero de 2020 también borraron los versos del poeta Miguel Hernández que acompañaban al citado Memorial».
Posteriormente, añaden, «las tres derechas municipales aprobaron la retirada de las calles dedicadas a Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero, ministros socialistas de los gobiernos de la Segunda República». «La infame agresión culminó con la destrucción y retirada por el Ayuntamiento de la placa en recuerdo de Largo Caballero situada en la Plaza de Chamberí», lamentan.
«Es cuestión de voluntad política», afirman desde el Foro por la Memoria
En opinión de Juan Jesús Molina Ruiz, miembro del Foro por la Memoria Histórica, el gobierno municipal de José Luis Martínez Almeida y Begoña Villacís no puede justificar ahora el cambio de García Noblejas apelando al cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya que «tienen potestad para decidir qué nombre se le da a las calles». «Es cuestión de voluntad política», afirma. La misma opinión sostienen los colectivos firmantes del comunicado que insisten en que esas competencias «residen únicamente en la voluntad del Pleno municipal, como órgano soberano que dirige los destinos de la ciudad. Por tanto, no hay excusas», zanjan.
Dado que hay más casos de calles en parecidas circunstancias que la del distrito de Ciudad Lineal, los colectivos sociales que suscriben el manifiesto expresan su «más contundente repulsa por todas estas actuaciones, que sólo podemos calificar de infames».
El comunicado termina exigiendo a Almeida «una rectificación inmediata de las actuales políticas de memoria del Ayuntamiento de Madrid, al haber demostrado su desprecio absoluto a las víctimas del genocidio y dictadura franquistas, así como la conculcación de las leyes y los principios universales sobre los derechos a la Verdad, Justicia y Reparación».
Además, quieren que el consistorio reconstruya el Memorial del Cementerio del Este «conforme al proyecto original, la retirada del acuerdo del 29 de septiembre pasado, la reposición de la placa que homenajeaba a Largo Caballero, así como la retirada de las calles Millán Astray, Hermanos García Noblejas y caídos de la División Azul».
Se da la circunstancia de que la jueza Monreal ya había anulado el cambio de la calle Caídos de la División Azul, del distrito de Chamartín, que sobrevive gracias al recurso interpuesto por la asociación de familiares de los soldados españoles que combatieron contra la URSS, que se opuso a que se cambiara por calle de la Memoria del 11 de marzo. El Ayuntamiento volvió a recurrir, pero el Tribunal de Justicia Superior de Madrid volvió a dar la razón a los particulares. La sentencia consideró que aquel escuadrón de voluntarios que se pusieron del lado de los nazis alemanes «se formó en 1941 dos años después de finalizar la Guerra Civil, no entra por tanto en el periodo de exaltación de la sublevación militar, ni de la Guerra Civil». Sobre esta afirmación, la sentencia hizo referencia al «espíritu de reconciliación y concordia» de la ley de Amnistía.
Esa misma suerte corrieron las otras calles citadas, que ya habían sido cambiadas. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid consideró que no estaban «ajustadas a derecho» al estar fuera del encaje del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica, precepto legal sobre el que se sustentan los cambios del resto de nomenclaturas propuestas por el Comisionado del Ayuntamiento de Madrid.
Los colectivos de Memoria Histórica, sin embargo, quieren que los tres partidos que cuentan con mayoría en el Ayuntamiento, PP, Ciudadanos y Vox, «pidan disculpas públicas a los familiares de las víctimas y al conjunto de la ciudadanía» por su actitud, mientras llaman «a la sociedad madrileña y entidades comprometidas con la Memoria Democrática y los Derechos Humanos» a apoyar su petición y a acudir a la concentración del día 14. No solo a esa sino a otras que están preparando para las próximas semanas contra «la política memorialista del gobierno municipal, y también su acoso y persecución contra los colectivos y centros sociales progresistas», afirman.