Desde la llegada del PP al ayuntamiento, al igual que sus antecesores, siempre han gobernado para beneficio de una minoría privilegiada, discriminando a los barrios obreros y a las clases populares.
Con la entrada de Vox al ayuntamiento, la derecha se ha quitado la careta “democrática” con la que se había disfrazado desde la llamada “transición” y ha mostrado su verdadero rostro: heredera y continuadora del franquismo más radical y corrupto.
Los privilegios económicos se han tornado también en privilegios políticos con la imposición del discurso fascista de Vox en las actuaciones de las instituciones municipales, visibilizando con el dinero de todas las almerienses la ideología fascista que, aunque ocultada por intereses electorales y políticos, siempre ha estado presente.El pasado 2 de julio, el pleno municipal aprobaba una moción de Vox al contar con el apoyo del PP, en la que se propone recuperar la celebración “tradicional” del 26 de diciembre, conmemoración de la conquista de Almería por las tropas cristianas.
El portavoz de Vox, en un alarde de fascismo sin complejos, hablaba de los “valores cristianos” como los propios de la sociedad almeriense, en un ejercicio de cinismo y de desmemoria, olvidando a miles de ciudadanos que no profesan la fé católica. Para Vox y el PP, solo se puede ser “español” si se es cristiano.
El célebre historiador Américo Castro, refiriéndose a la época de la conquista cristiana de Andalucía decía: “ser español es no ser musulmán”, como referencia al racismo y la xenofobia de Estado que inspiró la conquista. Nosotras añadimos a la frase de Américo Castro que ser español es no ser musulmán…ni judío, ni ateo, ni agnóstico, ni siquiera cristiano si no se aceptan los dogmas y la autoridad de la “santa iglesia católica”.
La aprobación de la citada moción supone que con el dinero de TODAS se va a celebrar una “fiesta” con un marcado carácter ideológico que no representa a la mayoría social de Almería, y que en esencia pone sobre la mesa los valores ideológicos del españolismo: unidad política, religiosa y cultural de todo el territorio incorporado al Estado español por conquista militar; militarismo…y todo ello envuelto en la caduca ideología nacional-católica que durante 40 años reprimió política, cultural y económicamente a la población de Almería.
El 26 de diciembre el fascismo más casposo y retrógrado de Almería, con el alcalde a la cabeza va a celebrar la conquista de Almería por los Reyes de Castilla; van a celebrar el genocidio sobre nuestros antepasados, el exterminio cultural de una rica civilización, la imposición de una religión, un idioma y unas costumbres que no eran las nuestras. Nuevamente la religión como punta de lanza de la represión policial y militar. La “triada” de curas, políticos y militares nuevamente amenaza nuestra convivencia mediante la exclusión de las mayorías sociales que no aceptan el nuevo orden nacional-católico.
Y para justificar la “celebración”, mienten y manipulan la historia. Una historia creada e inventada para justificar el genocidio cometido sobre el pueblo andaluz. Aquellas “moras” y “moros” no eran extranjeros en Almería; eran la población autóctona que ocupaba esta tierra desde los primeros procesos civilizatorios que se conocen. Extranjeros fueron los militares, curas y funcionarios que llegaron a nuestra tierra para someter, expoliar y explotar a nuestro pueblo.
Esta “celebración” da la espalda a la realidad social de Almería: multireligiosa, multicultural y multiétnica, que lejos de suponer un problema, es una oportunidad de enriquecimiento cultural y económico. Aquellos que quieren devolver a Almería a la Edad Media, a la inquisición, a las leyes de “limpieza de sangre”, a las deportaciones por motivos religiosos… nos van a tener enfrente con la firme decisión de no dejar pasar al fascismo. Nos va el futuro en ello.
NACIÓN ANDALUZA hará un llamamiento público a todas las organizaciones democráticas de Almería: partidos, sindicatos, asociaciones culturales, deportivas… para frenar la deriva fascista de este ayuntamiento, para denunciar la ideología de odio que pretenden inculcar en la población almeriense y para impedir que una celebración que ataca a la convivencia de la ciudad, a la razón, a los derechos de las minorías, que sumadas todas, son la gran mayoría social de Almería, una mayoría social excluida de las políticas municipales; un franquismo sin Franco pero con los mismos curas, políticos y militares.
¡POR UNA ALMERÍA LAICA!
¡POR UNA ALMERÍA DONDE QUEPAMOS TODAS¡
¡POR UNA ANDALUCÍA LIBRE!