Educación para la Ciudadanía se convirtió en una asignatura con una carga de adoctrinamiento». Así justificó el ministro de Educación José Ignacio Wert, este 1 de febrero de 2012 su transformación en Educación Cívica y Constitucional, dentro del ambicioso plan de reforma educativa que anunció en el Congreso.
«No estamos en contra de una educación cívica en la línea sugerida por el Consejo de Europa, que apunta a la enseñanza de la Constitución, el pluralismo, la vida democrática y los organismos europeos, «eso se mantiene».
«Queremos seguir escrupulosamente esas pautas, pero Educación para la Ciudadanía iba mucho más allá».
El ministro lo ha explicado con citas de la asignatura en las que se dice que «los capitalistas son como ratones en una rueda que corren para correr más deprisa», «el capitalismo es como un tren sin freno (…) y el socialismo es el freno de emergencia».
«No se puede decir que haya habido alguna ambigüedad» con respecto a la postura que el Partido Popular iba a adoptar en este sentido, porque el cambio «estaba especificado en el programa del PP».
Wert no ha entrado en el detalle de si se mantendrán los capítulos que se refieren a los nuevos modelos de familia o a los homosexuales.
«En la medida en que se explique en la Constitución podrán entrar esas y otras cuestiones, desde una óptica pluralista y sin adoctrinamiento».
EL DEBATE ABIERTO (Denos su opinión y participe en la encuesta)
Pues el debate está abierto y hoy, de la mano del diario 'La Gaceta', traemos dos puntos de vista radicalmente divergentes:
Araceli Oñate, especialista en comunicación y marketing político
1 Sí, porque EpC es mucho más que una asignatura o la batalla judicial en torno a un libro. Está en juego la libertad de los centros, el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos y el interés superior del menor a no ser instrumentalizado desde el poder, algo que una sociedad libre y democrática no se puede permitir.
2 Sí, porque nuestros alumnos no saben Geografía ni Historia ni resolver problemas de matemáticas y EpC forma parte de las recetas del fracaso: una educación asamblearia que cuestiona la autoridad y consagra la ausencia de normas. Un modelo de educación deconstruida, que sustituye los contenidos por los sentimientos, la evaluación por el compromiso afectivo, los fundamentos de la filosofía por el debate y postula frente al profesor, el eje escuela-familia-municipio, en el que las asociaciones municipales a golpe de subvención "compensarán la supuesta falta de competencia de los docentes".
3 Sí, pero el actual Gobierno tiene la responsabilidad histórica y el respaldo parlamentario suficiente para evitar que esta u otra asignatura pueda volver a ser utilizada como brazo político, ora del relativismo absolutista ora de cualquier otro fundamentalismo… Derogar el decreto 1631/2006 significaría restituir el "pacto constitucional" sobre la base del derecho a la educación y la libertad de enseñanza.
4 Sí, porque el fracaso, la violencia y el abandono escolar temprano han llegado a afectar a uno de cada tres alumnos y resulta urgente preparar a nuestros jóvenes para la sociedad del conocimiento. Es hora de hablar de futuro, calidad, eficacia y progreso, también en el mundo de la educación.
Fidel González Varas, portavoz de la Fed. de Asoc. de Estudiantes Progresistas
1 No. Educación para la Ciudadanía se trata de una asignatura que supone el conocimiento y ejercicio de valores como la convivencia, la igualdad, el respeto, la tolerancia y la paz. Asimismo, se da el aprendizaje de contenidos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución Española. Todo ello, para el desarrollo personal y vital de los alumnos, en una sociedad democrática como lo es la española.
2 En estos momentos de crisis económica, en los que resultan más que notables los recortes educativos, no entendemos que la prioridad del Gobierno sea cambiar una asignatura como Educación para la Ciudadanía que inculca valores democráticos y tolerantes, con todos los costes que esto supone.
3 En el año 2002, el Consejo de Europa de la Unión Europea recomendó la puesta en marcha de Educación para la Ciudadanía y declaró que la asignatura es esencial para alcanzar una sociedad libre, justa e igualitaria. Por otro lado, 22 países de la Unión Europea imparten en sus escuelas esta asignatura o alguna similar, y en ninguno de estos Estados se ha producido un debate sobre su adecuación o adoctrinamiento.
4 Al contrario de lo que argumentó el ministro de Educación, José Ignacio Wert, Educación para la Ciudadanía no supone "adoctrinamiento" de ningún tipo. Los contenidos están basados en valores puramente democráticos. Además, tan sólo el 0,6% de los alumnos que tenía que cursar la materia en el año 2011 objetó para hacerlo, con lo que el cambio de la asignatura responde a las presiones de una minoría ultraconservadora de la sociedad.