De hecho, en un primer momento llegó a anunciar que no se pondría la segunda dosis.
Incluso, en la entrega de los Premios Bravo, agradeció a los periodistas haberle «señalado las incoherencias, confusión y errores, en los que algunos, lamentablemente, hemos participado».
“Me estropeáis la rueda de prensa de Cáritas con preguntas así (…). La conciencia la tengo muy tranquila desde el principio”. El obispo de Cartagena-Murcia, José Manuel Lorca Planes, volvió a ser el centro de la polémica por su vacunación irregular del pasado mes de enero, cuando recibió la primera dosis de la vacuna junto a su secretario personal, el arzobispo emérito de Burgos y un canónigo de la Catedral, haciéndose pasar por capellanes de la residencia de ancianos de la diócesis.
Un caso que ha sido cerrado por la Fiscalía, que no observa reproche penal (aunque sí moral), pero que amenaza con perseguir a un prelado que, en su día, llegó a pedir perdón y a asegurar que, de haber sabido la repercusión de sus actos, no lo habría hecho. De hecho, en un primer momento llegó a anunciar que no se pondría la segunda dosis.
Incluso, en la entrega de los Premios Bravo, agradeció a los periodistas haberle «señalado las incoherencias, confusión y errores, en los que algunos, lamentablemente, hemos participado».
Ahora, sin embargo, Lorca, durante la presentación de la Memoria de Cáritas Murcia, no sólo no mostró signos de arrepentimiento, sino que reivindicó su actuación. «Puedo enseñarle la citación del SMS para vacunarme”, remarcó, a preguntas de los periodistas, mostrando y mostró un mensaje en su móvil de enero, con la cita para él y su secretario, Maximiliano. “Esto ya es un tema pasado, no le doy más importancia”, finalizó.