El secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha dado a conocer una declaración poco después de que se produjera la votación en el Congreso. Sostiene que se trata de una «mala noticia» y pide defender una «cultura de vida».
La noticia principal que este jueves ha salido del Congreso no gusta en absoluto a la Conferencia Episcopal Española (CEE). En una declaración breve y rotunda, los obispos han mostrado su firme rechazo a la ley de eutanasia, al tiempo que llaman a poner en práctica la objeción de conciencia para impedir en la práctica que este derecho sea una realidad.
«La aprobación de la ley de eutanasia esta mañana en el Congreso de los Diputados y así ya de manera definitiva en las Cortes Generales, es una mala noticia«, afirmó el secretario general de la CEE, Luis Argüello, encargado de poner voz al malestar de los obispos ante la iniciativa que garantiza el derecho a una muerte digna.
«Desgraciadamente se ha buscado la solución de evitar el sufrimiento, provocando la muerte de quien sufre. Es dramático que en España haya 60.000 personas cada año que mueren con sufrimiento, pudiéndose remediar con una política adecuada de cuidados paliativos«, señaló.
A su juicio, «este es un momento en favor de promover una cultura de la vida y de dar pasos concretos promoviendo un testamento vital o de declaraciones anticipadas que haga posible que los ciudadanos españoles manifiesten de una manera clara y determinada su deseo de recibir cuidados paliativos». O lo que es lo mismo, «su deseo de no ser objeto de la aplicación de esta ley de eutanasia«.
«Es un momento también para promover la objeción de conciencia y para promover todo aquello que tenga que ver con esta cultura de la vida que quiere tener una línea roja diciendo con fuerza No matarás«, indicó Argüello. «No provocarás de manera decidida la muerte para aliviar el sufrimiento, sino al contrario, cuidarás, practicaras la ternura, la cercanía, la misericordia, el ánimo, la esperanza para aquellas personas que se encuentran en el tramo final de su existencia, quizás en momentos de sufrimiento que necesitan consuelo, cuidado y esperanza«, subrayó.