Queda el interrogante de quién autorizó el envío de viales para vacunar a 550 personas en Santa Marina.
El ya exdirector del hospital de Santa Marina de Bilbao, José Luis Sabas, que se vacunó saltándose el protocolo y procuró dosis también para externos como religiosos, cuatro delegados sindicales y hasta repartidores, ha revelado en ‘El Correo’ capturas de sus mensajes de WhatsApp con la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, y con la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez Esquerdo, para tratar de demostrar que tenía luz verde de la cúpula de la Sanidad vasca para inmunizar a todo el hospital.
Los mensajes con Sagardui coinciden con los que leyó ella misma en el Parlamento este miércoles, cuando alegó que cuando Sabas planteó que se vacunaría “todo el personal” sería la totalidad de quienes les correspondía en esta fase inicial y, desde luego, ni los directivos ni los externos. Sí que consta que se envió un equipo de TVE al hospital para grabar la vacunación en ese centro por su especial incidencia de casos de coronavirus. “Ya te dije que tengo a Santa Marina muy presente”, escribió Sagardui.
En el caso del cruce con Pérez Esquerdo, es ella la que pregunta a Sabas si tiene vacunados a “todos” los profesionales y, al recibir la respuesta, le envía un “perfecto” al gerente. Pregunta asimismo si el equipo directivo ha recibido la dosis también, Sabas se lo confirma y ella se despide sin comentarios con un “hasta mañana”. Al final de ese chat, Sabas plantea a la directora general hacer del “defecto” una “virtud” y plantea a la organización que promocione que se ha vacunado a todo un hospital.
La gran duda es quién autorizó el envío de viales para vacunar a 550 personas. Sabas solamente le dice a Pérez Esquerdo que las pidieron así desde Santa Marina. Ella simplemente le contesta con un “vale”. La oposición ha pedido a Sagardui sin éxito que aclare este punto e incluso ha reclamado su dimisión por esta polémica.