Feminismos Tetuán, junto a mujeres de otros barrios, han impedido que los grupos antielección se situaran a las puertas del centro asistencial para criminalizar y cuestionar la libre decisión de las mujeres que desean practicar la interrupción voluntaria del embarazo.
El grupo de Feminismos Tetuán, con el apoyo de asambleas de otros barrios, ha logrado contener el acoso que sufren las mujeres que se acercan a la Clínica Dator a consultar sobre la interrupción voluntaria del embarazo, impidiendo que grupos antiabortistas se sienten a las puertas a criminalizarlas y cuestionar su libre decisión.
La estrategia reivindicativa por el “libre derecho al aborto” se ha desarrollado durante el fin de semana y este lunes 28, coincidiendo con las fechas en que los movimientos antiabortistas alcanzan su mayor activación. Para ellos, el Día de los Inocentes es una fecha de especial importancia, ya que según su creencia religiosa fue el día que Herodes habría ordenado la matanza de los niños de Belén menores de dos años de edad.
Este año, las feministas habían solicitado a Delegación de Gobierno los correspondientes permisos que les acreditaba el derecho a estar en las cuatro esquinas de acceso a la clínica con sus reivindicaciones por la libre elección y, por consiguiente, les quitaba capacidad de protesta a quienes suelen acercarse por el motivo contrario.
“Normalmente hay muchos grupos de personas antielección, que nos parece mejor llamarles así que no pro-vida porque parece que nosotros estuviéramos a favor de la muerte, y no es así. El derecho al aborto está reconocido por Ley y debería la propia policía estar un poco más al tanto de esta situación que es recurrente. Una mujer con todo lo que ya ha decidido no tiene por qué soportar el acoso o que pongan en duda su decisión personas externas que no conoce de nada”, reivindica Gemma Candela, de la asamblea de Feminismos Tetuan.
Dator es una de las siete clínicas privadas que en la actualidad tiene en Madrid la autorización para realizar interrupciones voluntarias del embarazo de acuerdo a lo previsto por la Ley, y la primera que recibió esa autorización hace 34 años.
Según confirman vecinas de la zona, las protestan de grupos religiosos no se limitan solo a estas fechas, sino que también se reproducen en diferentes momentos del año y bajo distintas acciones: rezos colectivos, sentadas e incluso agresiones verbales.
“Se suelen poner a las puertas de la Dator a decir a las mujeres que acuden asesinas, algún año las han cogido del brazo y metido en una ambulancia que tienen con un ecógrafo y les dicen ‘vas a matar a tu hijo’, como si a esa mujer no le hubiera costado tomar esa decisión y no fuera una persona con raciocinio para decidir. No tiene por qué pasar por ese acoso”, afirma Candela, una de las activistas que participó de las acciones.
El domingo por la mañana, como se esperaba, se acercó a la clínica un grupo de menores de edad que fue identificado por la policía después de que arrojaran y esparcieran pintura roja sobre el paso de cebra en uno de los accesos a la clínica. “Vinieron a hacer el paripé, vestidos con batas azules como de cirujanos y con máscaras, y la pintura tenía como trocitos de muñecos desmembrados. Eran varios chicos y dos chicas, y por cierto, la único función de estas fue barrer la pintura”, explicó Candela, quien acotó que si bien hay de todo tipo de reacciones, no son pocas las vecinas que expresan “que ya era hora, que están hartas del acoso que se hace a las mujeres que vienen a la clínica”.
En las redes sociales de grupos antiabortistas se convocaba a las puertas de la clínica Dator para este lunes 28 en dos horarios, las 9 de la mañana y las 5 de la tarde, lo que animó a las feministas de Tetuán a pedir apoyos de otras asambleas. Se hicieron presentes militantes de Carabanchel, Getafe, Prosperidad y también vecinas que se sumaron a apoyar.
“Primero se han acercado los mismos niños que ayer, luego un grupo más adulto, que ha sacado sus rosarios y se ha puesto a rezar. También ha aparecido a las 9 de la mañana un señor que es muy famoso en estas cosas, Jesús Poveda, que siempre viene para el día 28 sin identificación, se sienta en la puerta para no dejar entrar ni salir a nadie y su show es que venga la policía, lo levante y se lo lleve, para que todo sea más espectacular para subir al youtube”, describe Candela.
Pese a tener los permisos para estar en el lugar, ante esta situación no lo han tenido fácil las feministas, que reconocen “algunos encontronazos” para evitar que accedieran a las puertas de la clínica a sentarse. “Había solo policía municipal y pese a que le enseñamos los permisos no ha hecho nada, ya cuando vino la Nacional ha cambiado la cosa. Les ha dicho que no podían estar en las esquinas porque las han pedido otras personas y que no podían gritar consignas”, destaca. A partir de allí se podía ver a grupos reducidos de personas rezando a una distancia prudente de los accesos y sin posibilidad de abordar a las mujeres que ingresaban a la clínica.
En algunos momentos han salido trabajadoras de la clínica, con quienes desde el movimiento feminista admiten una “relación más o menos constante”. También confirman que se han acercado trabajadoras del espacio de Igualdad Hermanas Miraball, que funciona en el Distrito de Tetuán. “De la clínica lo único que nos piden es que esto no genere más ansiedad a las personas que acuden, que es lo que precisamente buscamos, que puedan entrar tranquilas sin que se las atosigue”.
En Dator no solo se realizan interrupciones voluntarias del embarazo, sino otro tipo de prestaciones médicas, por cuanto que una mujer ingrese no significa que vaya a practicar un aborto. No obstante, desde la asamblea Feminista sí creen haber detectado el caso de alguna mujer “que ha salido con el típico sobre que se te entrega dentro del plazo de los tres días de reflexión que marca la Ley, con documentación sobre las organizaciones que supuestamente ayudan en casos de decidir tenerlo”, explican.
“Lo importante, más allá de lo que finalmente decidan, es que no han sido abordadas por nadie porque les hemos impedido estar en la puerta. Si hay una Ley, muy mejorable, por cierto, que reconoce el derecho al aborto, no tiene por qué existir este acoso en base a creencias religiosas católicas. Hay mujeres que incluso quieren tener ese bebé y no pueden, se ven obligadas a abortar y en ese caso el dolor es aún mayor si se encuentran con estas personas. Pero en todos los casos es terrible y es un derecho, por cuanto ese acoso no tiene por qué existir” concluye Gemma Candela.
Por la tarde ha habido mucha más presencia feminista con algunos intentos de grupos reducidos que querían rezar a las puertas de la clínica. Incluso los mismos menores identificados en la mañana del domingo habrían querido repetir la acción y la propia policía los habría hecho desistir de sus intenciones.
