Otro ejemplo de la presión religiosa a nivel internacional sobre las instituciones políticas y los gobiernos a nivel mundial. La teocracia de Arabia Saudí ha sido el lugar elegido para este Foro, todo un modelo de lo que parece desean para los demás países.
Al concluir el Foro Interreligioso del G-20 de este año, los principales organizadores -Su Excelencia Faisal bin Muaammar, Secretario General del Centro de Diálogo Internacional (KAICIID), el Prof. W. Cole Durham Jr, Presidente de la Asociación del Foro Interreligioso del G20, S.E. Miguel Ángel Moratinos, Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC, por sus siglas en inglés), y el Dr. Abdullah Alhomaid, Secretario General del Comité Nacional para el Diálogo Interreligioso e Intercultural de Arabia Saudí, destacaron las principales conclusiones que surgieron del Foro.
Los aliados agradecen al Reino de Arabia Saudí su apoyo inquebrantable y su participación en el Foro Interconfesional del G20, y expresan sus grandes esperanzas de que la Cumbre de Líderes del G20 sea un éxito.
El Foro Interreligioso del G20 pone fin a un elaborado proceso de consultas en el que han participado líderes e instituciones religiosas y multirreligiosas, responsables políticos y una rica red de organizaciones religiosas, y que se ha llevado a cabo digitalmente en 70 países de los cinco continentes. Las recomendaciones de esta serie de consultas de meses de duración sobre los desafíos urgentes a los que se enfrenta la agenda de desarrollo humano fueron revisadas en el Foro Interreligioso del G20 de 2020, que concluyó el 17 de octubre.
El Foro, de cinco días de duración, reunió a destacados líderes religiosos de todo el espectro religioso, líderes interreligiosos y miembros distinguidos de organizaciones confesionales, así como funcionarios gubernamentales, altos funcionarios de entidades de las Naciones Unidas, líderes de opinión y más de dos mil participantes de todo el mundo para debatir una amplia gama de cuestiones que van desde los discursos de incitación al odio hasta el Covid-19, la paridad entre los géneros y el desplazamiento económico.
En estos tiempos difíciles, en los que el azote del COVID-19 está causando una alteración económica y social a nivel mundial sin precedentes, los responsables políticos deberían reconocer que, para más del 80% de la población mundial, el prisma de una tradición religiosa afecta a la vida cotidiana, las normas y las relaciones.
Los líderes religiosos en muchas partes del mundo van mucho más allá de llevar a cabo el culto y la supervisión pastoral. Su liderazgo representa los ideales espirituales y prácticos de la caridad, la seguridad, el propósito común, los derechos humanos y la cohesión para todos, incluidos los más vulnerables de todas las sociedades.
Las recomendaciones que se presentan en el Foro se basan en la experiencia y la sabiduría del mundo de la fe y en la experiencia y los conocimientos de los agentes e instituciones religiosos. Estas propuestas abordan todos los aspectos relativos al desarrollo humano a nivel mundial en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Las recomendaciones prioritarias se presentarán en la Cumbre de dirigentes del G20 que se celebrará en noviembre en Riad (Arabia Saudí).
La amplitud de los temas considerados nos pone de relieve la necesidad de establecer relaciones más estables y continuas entre los líderes religiosos, los gobiernos, las propias Naciones Unidas y los formadores de opinión a nivel mundial. Las recomendaciones incluyen lo siguiente:
- Dada la relevancia del mundo de la religión sobre el mundo de la política, algo que demuestra el éxito del Foro Interreligioso del G20 de este año y el proceso que lo condujo, una recomendación central es que ha llegado el momento de reconocer formalmente a la plataforma interreligiosa del Foro Interreligioso del G20 como grupo de compromiso oficial en futuras Cumbres del G20.
- La participación estable de los agentes religiosos en procesos políticos a nivel nacional e internacional ofrece un potencial considerable para enriquecer y mejorar las respuestas y la aplicación en relación con muchos temas, entre ellos la preparación y la respuesta en casos de desastre.
- El proceso del G20 debería tener como faro constante la atención a las comunidades vulnerables y puede beneficiarse del compromiso continuo con el Foro Interreligioso del G20 para mantener esta prioridad ética y práctica siempre en primer plano.
- En los próximos días, es necesario prestar atención prioritaria a la participación de las comunidades religiosas en el desarrollo, el ensayo y la distribución de las vacunas contra el virus COVID-19.
- El reto urgente y apremiante de proteger el planeta plantea preocupaciones no sólo físicas sino también morales y espirituales que las comunidades religiosas están excepcionalmente preparadas para abordar como aliados en los instrumentos de gobernanza mundial.
Los aliados expresan su agradecimiento al notable grupo de dirigentes y actores religiosos, instituciones de afiliación religiosa, funcionarios públicos, académicos y otros expertos, todos los cuales han contribuido con su tiempo, sus ideas y su ardua labor para que el Foro Interreligioso del G20 de 2020 en Arabia Saudí sea un gran éxito.
