Dedicado a Juan Antonio Martínez Camino, secretario general de la Conferencia Episcopal
Ahora resulta que quieren hacer pagar por entrar a la catedral de Gerona. Lo encuentro un despropósito, por lo cual propongo muy seriamente una confiscación y posterior socialización de los bienes de la Iglesia a cambio de un derecho de usufructo. De hecho, la jerarquía eclesiástica ya se apropió de unos bienes que eran del pueblo, que se levantaron con el sudor del pueblo y con el dinero de algunos burgueses.
Con frecuencia, gente pobre y gente poderosa cedían, por miedo, parte de sus bienes a la Iglesia, y así ésta se creaba un patrimonio fruto de la ignorancia y de las relaciones de poder. Ha llegado la hora de pasar cuentas. Si quieren hacer pagar por entrar a la catedral de Gerona, que los gobiernos municipal y de la Generalitat la expropien y la conviertan en un centro popular para todos los ciudadanos y que se les deje una franja horaria para que los creyentes de la religión católica puedan celebrar sus ritos. De esta
manera, todo el mundo podrá contemplar las maravillas que hicieron los arquitectos medievales y podrá ser un lugar de reflexión y contemplación laica.
El hecho de que algunos nos maravillemos dentro la catedral de Girona o de Santa María del Mar* (que es mi preferida) no es por su espiritualidad cristiana, sino por la perfección de sus formas y magnitudes, que es un concepto matemático y racional, lejos de la irracionalidad de la fe.
Como persona que no cree en ningún dios y en nombre del laicismo, reclamo que la catedral de Girona y otras se socialicen y sean lugares de reflexión de todos los ciudadanos, independientemente de sus creencias. Deseo a todo el mundo un feliz 2005 y que las utopías se empiecen a hacer realidad.