Los obispos se quejaron al comprobar que en el decreto de desescalada se impedía «utilizar el exterior de los edificios ni la vía pública para la celebración de actos de culto»
Los responsables eclesiales han evitado cualquier tipo de colisión con el Gobierno. A su vez, el Ejecutivo ha agradecido a la CEE su compromiso con la desescalada, así como su labor de ayuda y solidaridad con los más desfavorecidos
El Ministerio de Sanidad permitirá el culto al aire libre, en amplios espacios y siempre respetando las normas de distanciamiento e higiene, cuando España alcance la fase 3, según ha podido confirmar RD. Una decisión que responde a las quejas formuladas por los obispos tras comprobar que la desescalada anunciada por el Boletín Oficial del Estado el pasado 9 de mayo no incluía permisos para misas de campo, o en el patio de colegios, por ejemplo.
Una medida que, tal y como les indicaron desde Sanidad, buscaba poner coto a dos tipos de actuación. De un lado, evitar situaciones como la del cura de Madrid que dio misa a las puertas del templo, con fieles en la vía pública, y altavoces ubicados sin permiso.
Y, del otro lado (esta es la razón esencial), evitar aglomeraciones de población musulmana con motivo del mes de Ramadán, que culmina en estos días. De hecho, en la Orden Ministerial se habla, por primera vez, de prácticas no necesariamente católicas (como podría ser el agua bendita), como «las abluciones rituales», que «deberán realizarse en casa», así como el uso de alfombra para aquellos fieles que se sitúen en el suelo y se descalcen antes de entrar en el lugar de culto. Es la primera vez en la que una normativa referente al hecho religioso tiene en cuenta las prácticas de otra confesión que no es la mayoritaria. De hecho, la Comisión Islámica ha determinado que las mezquitas no abran hasta alcanzar la fase 3.
La respuesta ministerial satisfizo a los responsables eclesiales, que en los últimos días han evitado cualquier tipo de colisión con el Gobierno, como sí pudo darse, en algunos momentos, durante el confinamiento total. A su vez, el Ejecutivo ha agradecido a la Conferencia Episcopal su compromiso con la desescalada, así como su ingente labor de ayuda y solidaridad con los más desfavorecidos. Y es que parece que, por el momento, la pugna Iglesia-Estado en España se ha tomado una tregua. Esperemos que duradera.