Como ya os informamos el otro día del video del sr. Alcalde Jorge Azcón, queremos haceros llegar nuestra indignación como laicistas ante semejante despropósito, lo vemos como una absoluta provocación hacia todos los ciudadanos que no estamos de acuerdo con la utilización de símbolos religiosos desde las instituciones, y que merecemos un respeto.
La utilización de esa imagen en concreto es un menosprecio, no solo al anterior grupo de gobierno de Zaragoza, que la retiró, sino a MHUEL, ya que estuvimos el 5 de marzo recogiendo firmas para que se depositase en un museo u otro lugar que no fuese una institución pública.
Somos conscientes de lo difícil que es para las personas que defendemos el laicismo lidiar con este gobierno municipal, pero aun así creemos que no debemos dejar que nuestra voz no sea escuchada, porque tenemos la obligación de denunciar hechos tan lamentables como dicho video, y tenemos el derecho a ser escuchadas.
Al alcalde Sr Azcón le gusta presumir de una Zaragoza católica, pero las gentes de esta ciudad somos diversas en creencias, ideologías y costumbres. El alcalde de esta ciudad debe respetar todas y cada una de ellas.
Nos preguntamos por qué no se preocupa de tener unos Servicios Sociales modelo, por qué no dota a esta ciudad de los medios necesarios para ello.
Favorecer a los poderosos empresarios, oligarquía católica y contentar a las cofradías, ese es su empeño.
Desde nuestra asociación le decimos, NO Sr Alcalde, por ahí no queremos ir, por ese camino nos tendrá siempre enfrente.
Esa estatua, que tanto le gusta, no está en el lugar adecuado, en la casa de todas las personas diversas que habitan esta ciudad, no es su lugar, llévela a un museo público donde pueda ser visto como una obra de arte.
En este momento tan difícil para la ciudadanía lo que esperamos del Sr. Alcalde, es que se preocupe de lo común, que apoye al sector sanitario, al sector del transporte, a los sectores que se preocupan y trabajan para alimentarnos y darnos los servicios mínimos y de toda la ciudadanía que nos hemos confinado en nuestras casas.