José Pedro Manglano ha revolucionado la Iglesia y el Opus Dei con su asociación de jóvenes Hakuna. Su expansión le ha llevado a comprar un convento en La Rozas
Dentro de la mítica discoteca Joy Eslava, en pleno centro de Madrid, el ambiente es el mismo que en cualquiera de los conciertos que se celebran cada semana. Es 2017, los jóvenes corean las canciones, tocan las palmas al ritmo de la música, graban con el móvil, beben, gritan a los artistas. Sin embargo, en cierto momento, los músicos piden a una persona que suba al escenario. Y ahí aparece él, vestido de negro y ataviado con su alzacuellos blanco. Es el sacerdote José Pedro Manglano, más conocido como ‘Josepe’, el artífice de todo lo que está sucediendo allí.
Manglano, sacerdote del Opus Dei en la parroquia de San Josemaría Escrivá, en el municipio madrileño de Aravaca, es el líder de la asociación de fieles Hakuna, un movimiento apostólico dirigido principalmente a jóvenes. La asociación primero fue un grupo de música religiosa llamado Hakuna Music Group, con un tinte muy actual, que en octubre de 2017 adquirió personalidad jurídica privada y fue reconocida por el arzobispo de Madrid Carlos Osoro. En la actualidad, la banda tiene casi 20.000 oyentes mensuales en Spotify, donde cuenta con tres discos, y un canal de YouTube con más de 8.000 suscriptores.
Pero Hakuna es mucho más que música. Tal y como explican en su web, la asociación imparte charlas y ofrece diferentes escapadas a las que denomina compartiriados –el nombre que dan a los voluntariados–, revolcaderos o God Stops –paradas de fin de semana–. Encuentros mixtos y dirigidos principalmente a jóvenes, lo que ha supuesto una revolución en la Iglesia y, sobre todo, en el Opus Dei. Ellos mismos lo dicen: “Bienvenido a la Revolución”.
El crecimiento de Hakuna ha sido tal en los últimos años que el padre Manglano decidió lanzarse a la compra del Convento de San José de Las Rozas a mediados de 2019 para convertirlo en la sede de la asociación y el lugar en el que realizar sus múltiples actividades. El convento, situado en una parcela de 13.000 metros cuadrados, era propiedad de la congregación de las Concepcionistas Franciscanas que llevaban cinco años intentando vender el inmueble y cuya tarea habían encomendado a un broker privado, que finalmente cerró el acuerdo con Manglano en noviembre de 2019.
Las Concepcionistas, consultadas por lamarea.com, han afirmado que ha sido “la falta de vocación” la que les ha llevado a cerrar la mitad de sus conventos, algo más de 50, en los últimos años, reubicando a las monjas de más edad en otros. A pesar de ello, aseguran que la venta del Convento de Las Rozas no está cerrada al 100% porque todavía no han recibido la confirmación del Vaticano: “No nos queremos hacer ilusiones, pero creemos que no nos pondrán problemas para venderlo”. Desde la Casa Madre de Toledo no han querido confirmar el precio de la transacción, aunque dicen que utilizarán ese dinero para rehabilitar los edificios que todavía mantienen abiertos.
Sin embargo, en el momento del acuerdo de compra-venta, el edificio no estaba vacío. En él residían las 61 monjas de las Hijas del Amor Misericordioso, más conocidas como HAM, otra congregación que vivía allí desde 2013 gracias a un acuerdo con las propietarias. Las HAM se han dado a conocer por evangelizar a través de las redes sociales, más en concreto a través de YouTube. Así nacieron la Diosidencias, unos breves vídeos de entre 2 o 3 minutos en los que cuentan el impacto de Dios en el día a día: “No digas coincidencias. Di Diosidencias”.
Pero el pacto con las Concepcionistas era claro: en cuanto el convento se vendiese, tendrían que abandonarlo. Y, finalmente, ese momento llegó el 20 de noviembre de 2019, cuando la madre Marimí, superiora de las HAM, recibió la llamada que le comunicaba que el 31 de diciembre tenían que desalojar el inmueble. Ante la posibilidad de que las 61 monjas se viesen en plena Navidad “como el Niño Dios, en un portal, sin posada”, se decidió retrasar su salida al 28 de febrero de 2020.
La metáfora navideña no gustó demasiado al padre Manglano, que decidió enviar una carta a principios de año explicando la situación: “Creo que hay que tener cuidado con estas imágenes, pues el Niño está sin posada porque había unos desalmados que le rechazan, y un Herodes que vive en un castillo y actuará contra él. Advierto del cuidado, porque implícitamente, sin querer, si las HAM están como el Niño, ¿quién es el desalmado, quién el Herodes en esta ocasión? Y no es así”.
En la epístola, el líder de Hakuna asegura que han dado todas las facilidades a las monjas de la congregación: “Transmitimos a Marimí, la Superiora de las HAM, que no se preocupasen con los plazos, pues lo primero eran ellas, y que les ayudaríamos en lo que estuviese de nuestra parte”, además de ofrecerles un convento “para unos cuantos meses, de manera temporal”.
El pasado 12 de enero celebraron una eucaristía conjunta y una posterior comida, lo que demuestra que existe una importante afinidad entre ambas congregaciones. En el momento de publicación de este artículo, las HAM no habían encontrado una alternativa en la que poder residir a partir del 1 de marzo y han preferido no hacer declaraciones a lamarea.com sobre este tema.
13.000 metros cuadrados para “servir mejor a la Iglesia”
En la mencionada carta, José Pedro Manglano se muestra “ilusionado” por poder “contar, por fin, con un lugar o sede física para Hakuna” y así poder “realizar muchas de nuestras actividades”. La parcela adquirida por Hakuna cuenta, según el Catastro, con una superficie de 13.188 m2. Entre las construcciones destacan 4 viviendas, una de ellas con una superficie de 1.573 m2 y las otras de 962, 513 y 110 m2. También un edificio religioso de 373 m2, además de otros inmuebles más pequeños con diferentes características.
Destaca su adquisición por parte de una fundación registrada hace ocho años, el 2 de julio de 2012, bajo el nombre de Showing Fundación. Según las cuentas anuales a las que ha tenido acceso lamarea.com, la fundación siempre ha terminado los diferentes ejercicios con un saldo negativo –destacando el año 2014, cuando perdió más de 25.000 euros–. Solo en 2016 obtuvo un saldo positivo superior a los 7.000 euros. Gran parte de las ingresos de la asociación provienen de donaciones, algunas de ellas anónimas y otras de entidades como CaixaBank, Accenture o de Estudios y Servicios Culturales y Académicos, S.A. (ESSERSA), propietarios del Centro de Estudios Universitario Villanueva. El presidente de la asociación, el padre Manglano ha declinado hacer declaraciones a lamarea.com sobre el coste de la compra del convento ni sobre la obtención de los fondos para llevar a cabo la transacción.
José Pedro Manglano nunca ha escondido su pertenencia al Opus Dei: es sacerdote en la parroquia de San Josemaría Escrivá –nombre del fundador de la prelatura– y profesor de Antropología en la Facultad de Ciencias de la Información del Centro Universitario Villanueva, controlado por Fomento de Centros de Enseñanza, una institución educativa vinculada al Opus, cuyos sacerdotes controlan la capellanía del centro.
A sabiendas de la vinculación de su líder con la prelatura, la propia web de Hakuna responde a la pregunta “¿Qué relación o vinculación tiene Hakuna con el Opus Dei, ya que su promotor pertenece a esa institución?”. ¿La respuesta? Ninguna. “Hakuna y el Opus Dei tienen la misma relación institucional que Hakuna con los Salesianos, las Misioneras de la Caridad o los Jesuitas […]. A la vez trabaja con todas ellas en la nueva evangelización, unidos pero no confundidos”, matizan.
Por lo tanto, según recalcan, la asociación no busca “presentar otra cara de esta institución” ni “es una versión actualizada” de la misma. Hakuna, además, lanza un dardo a la prelatura destacando que su asociación es “por fin mixta”, algo que no ocurre en el Opus. A pesar de los intentos de desvincularse del Opus, la fundación se encuentra domiciliada en la Avenida de la Moncloa número 3. En ese mismo lugar se emplaza el Colegio Mayor Moncloa, “fundado por impulso de san Josemaría Escrivá de Balaguer y adscrito a la Universidad Complutense”, según la propia web del Opus Dei, a la cual se puede acceder directamente desde la web del colegio. El Colegio Mayor, en el que solo pueden alojarse hombres, tiene una cuota mensual bastante restrictiva: 1.350 euros. Ese domicilio es el mismo que aparece en la web del propio Manglano.
El sacerdote se ha convertido en un verdadero líder religioso juvenil. Además de publicar dos libros –Santos de carne y Santos de copas, de la editorial Freshbooks– muy populares entre la juventud cristiana, cuenta con hasta 10 aplicaciones para móviles como iMisericordia, Rezar en el Metro o Manglanitos, esta última con un precio de 12,09 euros en Play Store. La app de Hakuna, también en poder del padre Manglano, cuenta con más de 5.000 descargas.