«No es necesario, ni procedente implantar el pin parental en Andalucía», dice el consejero andaluz de Educación, nombrado por Ciudadanos. Se trata «de un debate estéril e interesado, que ha generado mucho ruido y que, desde luego, no ayuda a la educación con mayúsculas a la que aspiramos», agrega. La estabilidad del Gobierno andaluz depende de Vox
El consejero andaluz de Educación y Deporte, Javier Imbroda (Ciudadanos), fue este miércoles muy contundente en el Parlamento de Andalucía: «No es necesario, ni procedente implantar el pin parental en Andalucía». Se trata «de un debate estéril e interesado, que ha generado mucho ruido y que, desde luego, no ayuda a la educación con mayúsculas a la que aspiramos», dijo Imbroda. «Prefiero hablar de sentido común y centrarme en lo importante. Hay que elevar el nivel de la educación andaluza», agregó.
Imbroda manifestó que «hoy por hoy» –esta clausula temporal no es un tema menor, ya que de Vox depende la aprobación del presupuesto del año 2021– no procede la implantación del pin parental «por dos motivos fundamentales»: «Porque el ordenamiento jurídico no tiene lagunas significativas y promueve una educación en valores, y además garantiza la neutralidad ideológica en las aulas y el respeto a las convicciones morales o religiosas de las familias». «Y en segundo lugar, porque las familias conocen el proyecto educativo del centro en el que se recogen las actividades complementarias».
El portavoz de Vox, Alejandro Hernández, intervino justo después de Imbroda, con rostro serio y tono de cierto hartazgo. Desde que arrancó, se dedicó a cargar contra el consejero: «Yo no tendría que estar aquí hoy. Usted no ha jugado limpio. Nosotros no estamos en ese consenso. Y eso lo saben ustedes de sobra. Y por eso se introdujo el punto 19 en el pacto presupuestario [entre Vox, PP y Ciudadanos]. La realidad es muy diferente. No se pueden apartar ahora de ese acuerdo».
Hernández dejó caer que la no aplicación de la censura parental era «peligrosa». El portavoz de la ultraderecha utilizó palabras del presidente de la Junta de Andalucía –»Vamos a cumplir la totalidad de los acuerdos. Este gobierno es un gobierno que cumple, que cumple con todo»– para decirle a Imbroda: «¿Con quién está polemizando? ¿Con Vox o con el presidente? ¿Ha mentido Moreno o está equivocado o no sabe si va a cumplir el acuerdo? Son preguntas a las que debería de responder. Estas respuestas son peligrosas, aunque fuera un error, no les excluiría de la obligación de cumplir los pactos de un modo genuino. Han dejado bien patente que [no quieren hacerlo]».
Lo que firmaron los tres partidos antes de aprobar los presupuestos para 2020 fue lo siguiente: «Se procederá a impulsar la igualdad de oportunidades en el sistema educativo que permita a las familias educar a sus hijos en libertad, sin imposiciones de ningún tipo, mediante el establecimiento de una autorización expresa de las familias para la participación de sus hijos en actividades complementarias, en base a los preceptos consagrados en la Constitución».
El portavoz del PP, Miguel Ángel Ruiz, manifestó que en Andalucía no existe adoctrinamiento, pero vinculó el debate sobre la censura parental a la libertad de elección de centro. «La medida es innecesaria, y el debate artificial e interesado siempre que se garantice esa elección. Con la libertad de elección de centro educativo, se elige un proyecto educativo».
Beatriz Rubiño, la portavoz del PSOE, reconoció el trabajo de Imbroda: «Usted ha mostrado moderación, señor consejero. Manténgala, por favor». Luego, arremetió contra la censura que pretende Vox: «El profesorado educa y enseña, transmite conocimientos valores con respeto a las normas vigentes. Con el veto, se acabó educar en libertad».
José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía, también en tono muy serio, le espetó a Vox: «Lo que quieren no es legal. El pin cuestiona a los docentes. No es posible hacerlo. Sería el caos. Su objetivo [real] es cuestionar consensos sociales».
Dos denuncias en un año
Según Educación, el pasado curso hubo dos denuncias que podrían tener relación con este debate en un sistema educativo integrado por más de 100.000 docentes y casi dos millones de alumnos.
Durante su intervención, el consejero Imbroda mostró «total confianza» en el profesorado andaluz y su trabajo. «Dejemos que ejerzan su labor con responsabilidad y sentido común, porque estoy convencido de que todas y cada una de las actividades complementarias que plantean la mayoría de los profesores y maestros, son fruto del firme convencimiento de que es lo mejor para sus alumnos», dijo Imbroda.
«Tengo que velar porque se cumpla lo establecido en nuestro ordenamiento jurídico y defender la cordura y la coherencia frente al disparate y al prejuicio ideológico, venga de donde venga. Me encontrarán al lado de los profesionales y con confianza plena en nuestro sistema educativo», añadió el consejero.
Imbroda defendió finalmente la necesidad de un pacto educativo entre todos: «Desgraciadamente cuestiones como esta ponen de manifiesto que no se busca lo que une». «El pin parental es un tema incomprensible por razones educativas y solo comprensible por otras razones», cerró el consejero.