El artista Loc (Fernando Barredo), que presentó su polémica exposición PEDEROCLASTIA en el Círculo de Arte de Toledo en julio de 2019, con la que denunciaba la «pederastia cuasi institucionalizada por la Iglesia Católica mediante el silencio cómplice de sus prelados y el encubrimiento de una legión de socerdotes violadores de niños», ha encerrado ahora en una celda de la antigua cárcel de Segovia al ‘obispóptero’, la provocadora figura de obispo católico de seis brazos con la que simboliza la hipocresía, la infamia y la prepotencia del aparato eclesiástico en tan escabroso asunto.
En PEDEROCLASTIA 2 las figuras de niños semidesnudos que rodearon al ‘obispóptero’ en Toledo como objetos de regalo, actúan de centinelas en el panóptico de esta reconvertida cárcel Segoviana.
El artista dedica esta segunda instalación a la asociación de Abogados Cristianos, presidida por Polonia Castellanos, invitando a ella y al resto de sus letrados a «defender a los millares de niños católicos violados por ‘socerdotes’ españoles en vez de perseguir judicialmente a quienes denuncian tan imperdonable corrupción masiva de menores».
Estos abogados, que solicitaron a un juez el cierre inmediato de la primera PEDEROCLASTIA, anunciando una querella criminal contra el artista, no consiguieron sus objetivos: la Justicia mantuvo abierta aquella exposición y archivó la denuncia. Loc espera, en esta ocasión, que a ningún otro juez se le ocurra nuevamente, como ocurrió en Toledo, decretar una investigación por «posible corrupción de menores» contra él, ya que «el surrealista ejercicio de confundir maniquíes asexuados con niños de carne y hueso, resultó demasiado chocante como para que se generen por segunda vez con el mismo argumento más titulares de prensa en mi contra».
El artista, que puso en marcha la asignatura de Performance en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, en la que impartió clases durante doce años, considera estas intervenciones más propias del arte de acción con contenido social, que exposiciones de artes plásticas, siendo la figura del ‘obispóptero’ una efigie a juzgar por el pueblo «igual que los inquisidores juzgaron y sentenciaron efigies de herejes, como la que hicieron de Giordano Bruno al que quemaron en una hoguera antes de que consiguieran quemarle a él vivo en otra, como estarán soñando hacer conmigo muchos de los ‘socerdotes’ a los que denuncio. La libertad de expresión no hay que defenderla sino ejercerla, demostrar que existe por acción en vez de por declaración, y recuperar para el arte ese papel fundamental de denuncia de la criminalidad que tan bien ejercieron creadores como Goya con sus ‘Desastres de la Guerra’ o Picasso con su Gernika.
Hay que denunciar abiertamente semejante delito de lesa humanidad por el que durante tantas generaciones cientos de miles de niños indefensos se han convertido en esclavos sexuales en seminarios y colegios, sacristías y capillas católicas de numerosos países, siendo en España donde más se tiene que investigar, por la evidente connivencia con la curia de todos los gobiernos».
Esta intervención de Loc tiene lugar en el marco del encuentro de artistas DREAMS 2020 organizado desde la asociación estatal ONIR Arte Espacio Tiempo.