A los actos religiosos en honor a san Cecilio han asisitido el alcalde (C’s) de la ciudad, concejales de Cs, PP y PSOE; la subdelegada del Gobierno en Granada, el teniente general jefe del MADOC, así como otras autoridades civiles y militares.
El alcalde Luis Salvador, junto al resto de la corporación municipal y altas instancias militares, religiosas e institucionales cumplieron con el acto protocolario. «Vamos a trabajar porque sea Patrimonio de la Humanidad con la Alhambra y el Albaicín, no solo la Abadía si no el entorno natural que forman un único marco», comentaba el regidor de Ciudadanos, que bromeaba con el «abrazo» que la concejal Eva Martín le dio a la roca del santo. «No es que se quiera casar, es que quiere hacerlo pronto», comentaba a los medios entre risas.
El Ayuntamiento capitalino ha repartido 4.500 salaíllas, mil kilos de habas verdes, otros 180 de bacalao y 5.000 botellas de agua para esta cita que reúne a los granadinos en una de las partes más altas de la ciudad junto a la Abadía del Sacromonte, enclave patrimonial de relevancia histórica y cultural.
Los actos oficiales han comenzado al mediodía, hora en la que miembros de la Corporación municipal se han desplazado engalanados con sus insignias y medallas capitulares para llegar hasta el umbral de la puerta del templo, en donde les han recibido los comisarios sacromontanos.
Dentro de la iglesia, el arzobispo de Granada Francisco Javier Martínez, vestido de pontifical con mitra alta, capa magna y báculo de la época, ha oficiado, acompañado por canónigos, una misa en la que se ha interpretado música religiosa barroca.
Una vez concluida la misa, los asistentes han depositado una ofrenda floral en el altar mayor de la iglesia y se han desplazado a las cuevas, donde los comisarios sacromontanos y los municipales han depositado flores en el Horno de San Cecilio y en la capilla de la Virgen de las Santas Cuevas, tras lo que han visitado la sala capitular y el claustro superior de la Abadía.