El consejero de Educación, Javier Imbroda (Cs), ha defendido este miércoles que las familias tengan «capacidad de decisión» en los centros educativos públicos andaluces, así como la «libertad de conciencia» respecto a la participación o no de sus hijos en actividades relativas a la educación en valores.
Imbroda ha hecho esta defensa durante su comparecencia en el Parlamento para informar, a petición de Adelante Andalucía, sobre la educación en valores en los centros educativos y la implantación del llamado «pin parental» y de la caza en el currículum.
El «pin parental«, iniciativa impulsada por Vox, es una solicitud dirigida a los directores de los centros educativos para que se informe previamente a los padres, que deben dar su autorización, sobre cualquier actividad, charla o taller que afecte a cuestiones morales «socialmente controvertidas» o sobre la sexualidad.
El consejero ha dicho que todavía no está claro de qué forma articular este tipo de medidas: «Está aún por resolver si la responsabilidad de la administración debe ser la de solicitar la autorización o la de aceptar una disconformidad expresa» respecto a la participación del alumnado en esas actividades.
Ha explicado que esta cuestión está todavía «en un estado muy inicial», pues el marco normativo es complejo y aún se está analizando «qué actividades pueden ser susceptibles de participación y cuáles son obligatorias».
Según ha dicho, hay «quejas» de familias que no quieren que sus hijos participen en determinadas actividades que «están en contra de sus convicciones morales» y la Junta cree que «hay mecanismos» para poder atenderlo «desde el más absoluto respeto a la normativa y poniendo como prioridad el derecho a la educación integral de los alumnos».
Ha recordado que es responsabilidad de la administración educativa el impulso de la educación en valores y de los contenidos, mientras que es responsabilidad de los claustros su incorporación a los proyectos educativos de centros.