El buque escuela de la Armada Española ha iniciado este domingo su 92 crucero de instrucción, de seis meses de duración. A las 12.00 horas ha zarpado del muelle de Cádiz, en el que se encuentraba desde la tarde-noche del pasado miércoles. En estos días ha llevado a cabo jornadas de puertas abiertas en las que centenares de personas han podido pasear entre ‘Blanca’ (trinquete), ‘Almansa’ (mayor proel), ‘Asturias’ (mayor popel) y ‘Nautilus’ (mesana), los cuatro palos del Elcano, bautizados en honor a buques escuela anteriores.
En los próximos dos años estarán 18 meses navegando, fuera de sus casas. La vida aquí seguirá pasando. Los hijos crecerán, los padres envejecerán, se celebrarán cumpleaños, aniversarios, Navidades… Ellos y ellas estarán surcando los mares en un bergantín-goleta blanco de cuatro palos, enarbolando la bandera de España, convencidos de que su misión merece la pena.
Son 215 hombres y mujeres los que han dicho adiós a Cádiz a bordo del Juan Sebastián de Elcano. De ellos, 160 componen su dotación (20 oficiales, 18 suboficiales, 120 marineros y dos civiles, el peluquero y el carpintero). Los otros 55 son los caballeros y damas guardiamarinas (47 del Cuerpo General y ocho de Infantería de Marina), futuros oficiales de la Armada, que realizan el tercer curso en la Escuela Naval Militar y que llevarán a cabo un viaje en el que recibirán una formación integral (militar, marinera, técnica, socio-cultural, ética y física).
Con la Patrona
Hoy, lo primero, ha sido rezarle a la Virgen del Rosario para contar con su manto de protección y el de la Virgen del Carmen durante el viaje al que se enfrentan. Tras la misa en la iglesia conventual de Santo Domingo, la Galeona ha procesionado escoltada por los guardiamarinas hasta el portalón del buque. Tras ello, lágrimas y abrazos. Las despedidas en el muelle de Cádiz, ya acostumbrado a ver partir al Juan Sebastián de Elcano y siempre deseoso de verlo regresar. A las 12.00 horas, el buque escuela ha zarpado dando inicio a su 92 crucero de instrucción.
Por la proa, con la diosa Minerva luciendo orgullosa, seis meses de un viaje en el que seguirán la estela de la expedición de Magallanes-Elcano, que zarpó de Sanlúcar allá por 1519 y que, tres años después, con el navegante que da nombre al buque como capitán, consiguió completar la primera vuelta al mundo.