El Ayuntamiento de Jerez ha aprobado recientemente la cuenta justificativa del 50 % de la subvención por 100 000 euros para la cofradía del Cristo de la Expiración por la rehabilitación de la ermita de San Telmo.
Igualmente, el Ayuntamiento tiene pendiente una deuda total de 1 276 173 € con el obispado (993 865 €, algunos desde 1999 destacando 367 000 para la construcción de los servicios sociales de la parroquia de San Juan Grande, 285 000 para la casa parroquial de San Mateo y 115 000 para la casa parroquial de San Marcos, estos últimos desde 2002) y diversas hermandades, entre ellas y por un total de 58 299 € desglosado en diferentes partidas (55 000 + 1562 + 1737) destinados a la construcción de la casa hermandad de la Expiración, 54 927 para la construcción de la casa hermandad del Rocío, 50 019 para la construcción de las gradas y palcos a la Unión de Hermandades y 12 000 para la hermandad del Cristo del Amor.
Hacemos notar que, según nuestra denuncia pública del 18 de febrero de este año véase, las hermandades del Rocío y del Cristo del Amor ocupan locales de propiedad municipal sin que medie contrato o convenio de cesión con el Ayuntamiento. Desde el consistorio no hubo problemas por subvencionar la construcción de una casa hermandad en un local de propiedad municipal pero no se preocupó de legalizar esta supuesta cesión ni de concretar las condiciones de la misma.
Lamentamos que el Ayuntamiento siga sosteniendo una red clientelar asociada al confesionalismo católico, tejida por todos los gobiernos municipales conocidos, desde Pacheco a nuestros días, y que gira en torno a manifestaciones religiosas que, si bien son importantes para muchos vecinos, no pueden ni deben considerarse de interés público en un Estado aconfesional y mucho menos prioritarias en una de las ciudades con mayores dificultades económicas del Estado. Seguimos graciosamente dando dinero, ya sea de forma directa y dineraria, vía subvenciones, ya sea en especie, asistencia técnica, dispensa en el pago de tasas, etc.
Y simultáneamente, el modelo de ciudad que proponen los gobiernos municipales es el de un Jerez de atrezzo, en el que cuidar determinados rincones y abandonar barrios enteros, un Jerez para turistas a los que llevar por un recorrido elegido en el que hacerse una idea idílica de la ciudad, mientras se abandonan edificios públicos, y se consienten calles cortadas por derrumbes en el mismo centro histórico (por ejemplo, en el cruce de la calle Juana Jugan con Argüelles donde, por cierto, hay un templo evangélico).
Plataforma Laicista de Jerez