La autora de unos cuadros de Buda con el cuerpo del superhéroe japonés Ultraman ha sido denunciada por un colectivo ultraconservador budista ante la Policía por presuntamente insultar a la religión en Tailandia.
Así lo confirmó este jueves Charoon Wonnakasinanone, miembro de la asociación Poder Budista de la Tierra, en una entrevista en televisión tras la polémica debido a las pinturas realizadas por una universitaria, cuyo nombre no ha sido revelado por su seguridad.
La joven ha sido acusada de vulnerar la sección 206 del Código Penal, que contempla penas de entre 2 y 7 años de cárcel para quienes insulten a una religión, según la denuncia presentada el miércoles.
La controversia nació después de que las pinturas de la estudiante del último curso de Arte de la Universidad de Nakhonratchasima Rajabhat se expusieran la semana pasada en un centro comercial de Nakhon Ratchasima, una provincia en el noreste del país.
Tras ser criticados por una parte del público, los cuadros fueron retirados del centro comercial pero fueron comprados por diversos simpatizantes, mientras que algunos budistas ultraconservadores han pedido que las pinturas sean destruidas.
El tailandés Pakorn Porncheewangkul adquirió uno de ellos, que muestra al «Buda Ultraman» lanzando rayos láser, por 4.500 bat (unos 147 dólares o 134 euros) y lo ha subastado por 600.000 bat (19.700 dólares o 17.800 euros) pagados por un comprador anónimo.
«Esta pintura causó mucha drama y además no quería quedarme con ella, así que decidí hacer algo útil con ella», indicó a Efe Pakorn, quien usará parte del dinero a pagarle una beca a la autora y el resto lo donará a un hospital.
Los críticos de las pinturas incluyeron a la política conservadora Parina Kraikup, del partido gobernante promilitar Phalang Pracharat, mientras que entre sus defensores se encontraban algunos monjes budistas y el reconocido artista tailandés Chalermchai Kositpipat.
Aunque Tailandia no tiene religión oficial, las ofensas contra las creencias religiosas se penan con hasta siete años de cárcel y es habitual censurar películas por escenas que puedan ser ofensivas con el budismo.
Carteles en inglés en diversos lugares turísticos recuerdan a los visitantes que usar figuras de Buda como decoración o en tatuajes es ofensivo en el país.