El Gobierno español no hará, por el momento, ninguna contribución económica
COMENTARIO: Resulta increible que el actual gobieerno del PSOE sea capaz de firmar un acuerdo por el diálogo religioso con un país, Arabia Saudí, que multa a las mujeres que conducen, detiene a un futbolista por un tatuaje religioso, mantiene una ley islámica, impide a la mujer su pleno desarrollo como persona y ciudadana,… Además el Estado está para actuar en materia de ciudadanía y derechos, no en materia religiosa.
España firmará mañana en Viena un acuerdo con Arabia Saudí y Austria para establecer en la capital de este último país un centro para el Diálogo Interreligioso e Intercultural que llevará el nombre del rey Abdulá.
La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, se desplazará personalmente a Viena para suscribir el acuerdo junto a sus colegas saudí y austriaco.
El establecimiento en Viena del Centro Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural es una iniciativa de Arabia Saudí, que ha buscado "activamente" la participación de España, afirma el Gobierno.
Arabia Saudí es un interlocutor "obligado" de España en un área geográfica de gran interés para nuestro país y "notable socio económico y empresarial", explican fuentes gubernamentales, que consideran el proyecto compatible con otros como la Alianza de Civilizaciones.
Para el Ejecutivo, el futuro Centro Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural encaja con los ejes fundamentales de la política exterior española, como la apuesta por el multilateralismo y la promoción del diálogo y del entendimiento mutuo entre culturas y religiones.
Según el documento que firmarán mañana los tres países, el Centro Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural será una organización internacional, dotada de personalidad jurídica internacional propia, con capacidad para contratar, adquirir bienes e intervenir en procedimientos legales.
Se dedicará fundamentalmente a fomentar el diálogo entre religiones y culturas como instrumento útil en la prevención y solución de conflictos y se financiará, principalmente, con las contribuciones voluntarias de las partes. España no hará, por el momento, ninguna aportación de tipo económico para la creación del centro, han aclarado a Europa Press fuentes diplomáticas.
El acuerdo está abierto a la adhesión de otros Estados y organizaciones internacionales, también con el estatus de observador. España, junto a Arabia Saudí y Austria, tendrá derecho de veto sobre la admisión de nuevos miembros.