La Virgen del Carmen volvió ayer a surcar las aguas de la comarca acompaña de decenas de marineros que, como cada 16 de julio, quisieron honrar a su patrona y pedirle que los ayude y proteja. Las misas y procesiones se sucedieron en Aguiño, Cabo de Cruz y Noia por la mañana, mientras que en Muros hubo que esperar hasta la tarde.
La imagen de la santa salía a las 11.30 horas del santuario crucense de la Virgen del Carmen para iniciar el camino hacia la lonja. Allí se ofició la ceremonia religiosa y, posteriormente, se trasladó la talla a hombres hasta el puerto. Este año el barco encargado de transportarla fue el David, y su patrón, Carmelo Vidal Pérez, no era la primera vez que tenía el honor de encabezar la procesión marítima, puesto que ya lo había hecho anteriormente.
Cerca de 200 embarcaciones quisieron sumarse a este viaje por mar, que duró alrededor de dos horas, y que incluyó la tradicional ofrenda floral en honor a los fallecidos, que realizaron el alcalde de Boiro, José Ramón Romero, Martiño, y el patrón mayor de la cofradía de Cabo de Cruz, José Manuel Pérez.
En Aguiño, la misa en honor de la patrona de los marineros congregó a unas 300 personas, según fuentes de la Policía Local. El gran número de participantes impidió que pudiesen entrar en la iglesia parroquial, por lo que esperaron pacientemente fuera del templo al momento en el que un grupo de hombres y mujeres salieron del templo portando la talla de la Virgen del Carmen, para seguirla en procesión hasta el puerto en un recorrido en el que participaron los miembros de la Banda de Música de Negreira, distintas las autoridades ribeirenses encabezadas por el alcalde, Manuel Ruiz, así como la nueva promoción de la policía infantil.
Cofradía noiesa
Tras la misa celebrada en la iglesia de San Martiño, los miembros de la Confraría de Pescadores San Bartolomé de Noia, fueron los encargados de portear a la Virgen de Carmen por todo el pueblo, en una procesión a la que muchos acudieron con los trajes tradicionales de marineros.
Acompañada por la Banda de Música noiesa, la marcha se prolongó durante más una hora y media, hasta que finalizó delante de las instalaciones de la cofradía, donde se expuso la imagen de la santa en un altar.
El municipio muradano fue el último en celebrar los actos en honor de la patrona de los marineros, con una misa solemne a la que siguió una procesión que también surcó las aguas de la ría. El Yessica Mar fue la embarcación encargada de portar la imagen en el recorrido marítimo, que este año tuvo una menor participación de barcos porque las condiciones del mar no eran demasiado buenas.