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Plan de Gobierno de Restauración Nacional: Campo de batalla

En el escrito anterior comenzamos a analizar el “plan de gobierno” del Partido Restauración Nacional y su candidato. Señalamos el bagaje que carga el señor Fabricio Alvarado adquirido como cantante-Predicador Evangélico-Neopetencostal. Quedó señalada la importancia de “La Gran Reforma Educativa” propuesta en este “plan de gobierno” para lograr la transformación de la sociedad y su ideología actual en una Neopetencostal. Señalamos que la “Libertad Religiosa y de Culto” que es planteada en este “plan”, desde ningún punto de vista es aceptable porque propone una guerra entre los neopentecostales y los católicos, basados en que el hombre nuevo costarricense deberá ser evangélico y obediente a la ideología Neopentecostal. Esta transformación de la Sociedad, el Estado y la Ideología del Bien Común, son los elementos a los cuales pretendemos referirnos hoy con el análisis del “plan de gobierno” de marras.

Los Neopentecostales, hasta el día de hoy, no han logrado elaborar un marco teórico sensato y coherente para defender su ideología religiosa (teología de la prosperidad) y su ideología política (sociedad evangelista neopetentecostal, economía de libre mercado y Estado teocrático). En este “plan de gobierno” encontramos un número importante de contradicciones, categorías sin comprobación, cultos con acciones y sentimientos exacerbados, con mayor euforia que razón. Esto hace pensar que los que montan y dirigen estos eventos no son más que comerciantes vendedores de humo con los montajes de “salvación” “sanación”, unos comerciantes que venden un tipo de fe exultante a los costarricenses despistados y con aspiraciones de, prosperidad, de riqueza.

Comencemos el análisis con la ideología, diciendo que en nuestro criterio en este “plan de gobierno” se manifiestan dos ideologías: una política, ideología neoliberal, que para este caso hemos considerado como ideología principal relacionada con las Mega Iglesias Neopentecostales de los E.U.A.; una religiosa, Neopentecostal basada en las proposiciones de la Nueva Reforma Apostólica («movimiento apostólico-profético») y como base de sus cultos “La Teología de la prosperidad”. También relacionada con las indicadas Mega Iglesias Neopentecostales.

Bueno, ya hasta aquí es bien complicado el panorama y difícil de explicar y para intentar “operacionalizar” estas ideologías el Partido Restauración Nacional se saca de la manga y formula un concepto: “Cristianismo social, una ideología para todos”. Pero resulta que esa supuesta “nueva ideología” no resuelve las contradicciones irreconciliables entre el Neoliberalismo y lo que señala este “plan de gobierno”, por lo que esta supuesta “categoría de análisis” nace siendo una falacia. Veamos: El libre mercado Neoliberal es una estructura productiva-comercial cuya dinámica tiende a concentrar la riqueza y reproducir pobreza, (En concordancia con la “teología de la Prosperidad”). El “Cristianismo Social” tiene una formulación de “acoplamiento entre la sociedad y el individuo” para eliminar, o reducir al menos, la desigualdad social entre la sociedad y el individuo, que llaman desfase.

Ese desfase “se manifiesta por medio de las patologías sociales en todos los órdenes: desintegración familiar, pobreza, drogadicción, prostitución infantil, materialismo consumista, mediocridad y corrupción en la función pública, entre otros”.

Pero hay que hacer notar que precisamente es el libre mercado neoliberal el que reproduce todas esas, y otras, patologías. Tenemos Entonces que los Neopentecostales, (sin  aceptarlo), por medio de su ideología política (Neoliberalismo) reproducen el “desacoplamiento” que señalan entre sociedad e individuo y que proponen resolver; y, por medio de su nueva ideología (Cristianismo Social) intentan resolver lo que llaman “patologías sociales”, que la aplicación de las normas Neoliberales ha reproducido. Esa explicación circular de los Neopentecostales no se tiene de pie.

El señor candidato del Partido Restauración Nacional, insistentemente, intenta soslayar su faceta de predicador “Evangélico Neopentecostal” ya que si la reconoce no podría explicar su falacia religiosa-política.  Porque es precisamente el conocimiento de esa fase de su vida lo que permite a los demás conocer su naturaleza y personalidad, con esa base dichos argumentos toman sentido y devela su significado e intención, aunque lo niegue. Recordemos que es en este carácter Neopentecostal que fue “decretado” por su Apóstol: candidato y Presidente de la República.

Una agenda de estos partidos religioso-políticos, centrada en la reivindicación de “los valores de la familia”, rechazo al aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario, el divorcio, la denominada “ideología de género”, converge a menudo con organizaciones y partidos conservadores, pero no solo en estos asuntos abstractos de valores. Sino que también en valores económicos y financieros que reproducen las patologías sociales, la pobreza y la desigualdad social. Por ejemplo, “los valores de la familia” que convocan no son los mismos que convocan los católicos (la fe católica en Jesucristo y la Virgen María derecho al trabajo, ingresos dignos, no violencia, libertad de expresión, ética del bien común, entre otros)  porque estos son contradictorios a los suyos. Para los católicos la familia es el núcleo social que sirve de base a la patria, la sociedad y la religión católica; no es el grupo que pretenden manejar los evangélicos para instruirlos (lavado de cerebro) en el Evangelismo Neopentecostal y atraerlos a sus cultos, homogeneizando la población para combatir los valores católicos del “bien común”.

La idea Neopentecostal es proponer “el perfil de costarricense” que para ellos debemos ser para afrontar los retos del futuro”, alguien me decía: “Lavado de cerebro global”. Y como se señaló arriba que “las iglesias evangélicas, sean un fuerte brazo de apoyo en la ejecución de los objetivos de impacto social”, con impacto social quieren decir el logro de ese objetivo de producir fotocopias de seres individualizados, sin lograr avance en el bienestar social-económico. Las iglesias neopentecostales convirtiéndose en “fuertes brazos del Estado” para lograr los “objetivos de impacto social” (remárquese, esas iglesias sectarias manejando el Estado). “Es en el plano familiar donde empieza el cambio cultural-religioso y, por ende, sociopolítico, razón por la cual, la restauración nacional debe empezar en la familia, para desdoblarse luego a toda la sociedad”.

Nótese que lo que persigue el Partido Restauración Nacional tiene dos niveles: 1-  abstracto, ideológico, en el cual se pretende el “cambio cultural” donde la población se convierte en Fanáticos Neopentecostales, y se encierran los seres individuales en marcos conceptuales y encierros teorico-religiosos. Conversión de los católicos en neopentecostales seguidores de una “teología de prosperidad” que se convierte en el elemento de dominación ideológica: como lo es el rico Mc Pato, solo que este son los Predicadores y los Pastores, y el resto de fieles de esa iglesia serán, simplemente, un montón de sobrinos pobres, cuyas espaldas sostienen la estructura del ente religioso neopentecostal. La transformación cultural de la sociedad, sobre la base de una ética de libre mercado, implica la restauración de la familia y, por medio de ella, la restauración política y socioeconómica de la vida social.

En el escrito siguiente continuaremos con los asuntos del Estado y asimismo en el manejo que hacen los restauradores del concepto que llaman “cristiano”.

Eduardo Delgado Soto es Licenciado en Ciencias Políticas

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