La Hermandad del Rocío de Valverde del Camino emprendió ayer su ruta hacia la aldea almonteña en una mañana marcada por la buena climatología. La salida se produjo tras la celebración de la misa de romeros en la Ermita del Rocío y la despedida de los vecinos por el tradicional recorrido urbano, en el que se volvieron a vivir instantes de devoción emocionada.
La comitiva estaba formada por un millar de peregrinos, unos 150 caballistas y algo más de 60 vehículos. Casi tres kilómetros de desfile dirigidos por la hermana mayor, Rosario Bermejo, quien iba acompañada por el alcalde en funciones, Manolo Cayuela, el concejal de Cultura en funciones, Juan Francisco Alcaría, el presidente de la hermandad, Paco Losada, junto a otras autoridades y miembros de la junta directiva.
Este año, resaltan dos curiosidades de la carreta. En primer lugar, las flores que luce son amapolas realizadas con piel de zapato, como homenaje al sector del calzado, tan importante en la localidad andevaleña. En segundo término, el Simpecado lleva prendida una reliquia de Sor Eusebia, a la que tanta devoción se profesa en la localidad y que ha sido cedida por las Hijas de María Auxiliadora.
Los romeros valverdeños se han visto arropados en todo momento por sus vecinos. Durante el desfile, se han multiplicado los vivas, las petaladas, los rezos, los cantes, los bailes y las ofrendas florales. Especiales han sido las despedidas de la patrona, la Virgen del Reposo, dentro de la Iglesia; de Sor Eusebia, en el interior de su oratorio del Colegio María Auxiliadora; y de Santa Ángela de la Cruz, desde su peana de la Plaza del El Punto.
A su paso por el Ayuntamiento, el alcalde en funciones de la localidad entregó un ramo de flores en nombre de todos los valverdeños. Momento que aprovechó para desearle a la hermana mayor sus mejores deseos para esta romería: “Y lo mismo para todos los rocieros valverdeños, que año tras año dan la talla y hacen que nos sintamos orgullosos de tener una de las hermandades más importantes, señera por su antigüedad”.
La hermandad filial número 23 –fundada en 1935- ya surca los senderos en busca del rencuentro con la Blanca Paloma. Está previsto que la llegada de sus peregrinos al Arco Mariano tenga lugar esta tarde con la caída del sol. Para alcanzar este objetivo, los romeros han debido superar todos los obstáculos de un duro e intenso camino de dos días, en los que han atravesado dos municipios (Niebla y Bonares) hasta llegar a la aldea almonteña.