Rafi, había relatado a su familia que el 6 de abril fue llevada con engaños al techo de su plantel en el pueblo de Feni, donde cinco personas en burkas le pidieron que retirara los cargos. Cuando se negó, le ataron las manos y la rociaron con queroseno y la prendieron fuego.
Al menos 17 personas, incluso estudiantes, han sido arrestadas en conexión con el caso, dijo Banaj Kumar Majumder, jefe del Buró Policial de Investigaciones.
Decenas de manifestantes exigieron justicia este viernes en la capital de Bangladesh para una joven de 18 años que murió tras ser quemada viva, por presuntamente rehusarse a retirar los cargos de acoso sexual contra el director de su escuela islámica.
La víctima, Nusrat Jahan Rafi, había relatado a su familia que el 6 de abril fue llevada con engaños al techo de su plantel en el pueblo de Feni, donde cinco personas con burkas le pidieron que retirara los cargos. Cuando se negó, le ataron las manos y la rociaron con queroseno y la prendieron fuego, narró.
Rafi contó la historia a su hermano mientras una ambulancia la llevaba al hospital y él grabó su testimonio en su celular. Ella murió cuatro días después en un hospital de Daca, con quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo.
En el país muchas veces no se reporta el acoso ni la violencia sexuales, las víctimas son intimidadas y el proceso legal por lo general demora mucho. Además, muchas personas evitan reportar casos de esta naturaleza a la policía debido al estigma social.
“Queremos justicia. Nuestras niñas deben de crecer con seguridad y dignidad”, dijo Alisha Pradhan, modelo y actriz, durante la manifestación. “Protestamos contra todo tipo de violencia contra las mujeres y las autoridades deben de asegurarse de que se haga justicia”.
Decenas de miles de personas asistieron a las oraciones fúnebres de Rafi en Feni. El primer ministro, Sheikh Hasina, prometió a la familia de Rafi, cuando se reunieron en Daca, que los responsables serían castigados.
Al menos 17 personas, incluso estudiantes, han sido arrestadas en conexión con el caso, dijo Banaj Kumar Majumder, jefe del Buró Policial de Investigaciones.
A fines de marzo, Rafi presentó una queja ante la policía, diciendo que el director de la madrasa, escuela islamista, la había llamado a su oficina, donde la manoseó repetidamente.
Su familia aceptó ayudarla a presentar la queja policial, que hizo que las autoridades arrestaran al director, enojándolo a él y sus simpatizantes. Influyentes políticos locales apoyaron al director. Algunos de los arrestados fueron integrantes del partido oficialista.
La policía dijo que unos sospechosos han dicho al ser interrogados que el director ordenó el ataque contra Rafi cuando sus hombres fueron a verlo en prisión. Lo planificaron para llevarlo a cabo durante el día para hacerlo parecer como un intento de suicidio, dijo Majumder.