La publicación, creada en 2013 por el periodista Rafael Iglesias, es un fanzine subversivo que usa el humor para «despertar conciencias» contra los «misticismos ortodoxos imperantes»
La viñeta Pesadillas de un capillita firmada por Ricardo Garrido, en el último número del fanzine sevillano TeVeo, está dando de qué hablar. Muchos lo catalogan de genialidad. Para otros es inaceptable, una absoluta falta de respeto. En el cómic, el ilustrador plantea una escena verosímil en la Semana Santa de Sevilla (la rivalidad entre la Esperanza de Triana y la Esperanza Macarena) que luego se va de madre.
Las dolorosas se pelean en el puente de Triana, con la torre Pelli de fondo, por ser la más guapa. Y terminan en el Guadalquivir, mojadas, mirándose la una a la otra. “Siempre he pensado que eres guapísima”, confiesa una. “Tú también eres guapísima”, le devuelve la otra Vírgen, fundiéndose ambas en un beso. Claro. Es ahí cuando el “capillita” despierta, entre sudores, de una terrible pesadilla. Con esta viñeta, la “revistilla parrokial de la klero borroka” pretende “despertar alguna conciencia por el mecanismo del sentido del humor”, manifiesta el periodista vasco —sevillano de adopción y catalán de devoción— Rafael Iglesias, fundador de TeVeo.
“Ni en esa historieta ni en ningún contenido en nuestro fanzine hay intención alguna de ofensa gratuita a colectivo alguno”, expresa Iglesias, quien en la actualidad trabaja en el diario digital Cambio 16. “Personalmente, no entro en la respetabilidad que hipotéticamente deba obtener cualquier mitología más o menos contemporánea, más o menos populista, pero sí defiendo que tanto mujeres y hombres, dentro de la pluralidad de género y sensibilidad manifiesta que alberga el ser humano, puedan vivir y sentir emocionalmente como deseen“, continúa.
Y es que en su esencia, esta revista de temática puramente andaluza y atea, usa el humor para “despertar conciencias” contra los “misticismos ortodoxos imperantes”. Según explica Iglesias, TeVeo nace como una necesidad de expresión, “innata al comunicador profesional y diverso que soy”; con una línea editorial satírica y crítica, como aquellos emblemáticos El Papus (cerró en 1986) o La Codorniz (hasta 1978). Pero, aunque pongan el foco en la comunidad andaluza, la redacción de esta revista “atea y biofeminista” se encuentra en Barcelona, y gran parte de sus colaboradores están por toda la geografía española: Cataluña, Euskadi, Valencia, Madrid, Francia…
Los fanzines (revistas autoeditadas y de pocos recursos), que nacieron durante el movimiento contracultural en 1960, regresa con fuerza “hasta el punto de tener cada vez un mayor protagonismo en eventos de nivel como la Fira del Cómic de Barcelona“, o el pasado fin de semana en Sevilla, en la Skisomic Fest. Los fanzines se caracterizan por ser pequeñas publicaciones enfocadas a una temática concreta: música, arte, literatura… Y en concreto, TeVeo destaca por ser una publicación “contraria al mensaje controlador y manipulador de las religiones, de todas”.
“Pero la que padece la ciudadanía en este país es la proveniente del Vaticano, así que aunque nuestra crítica legítima, amparada en la sagrada libertad de expresión, se reparte generosamente entre los misticismos ortodoxos imperantes (musulmanes y judíos, incluidos) aunque nos centramos en la católica, por cercanía”, señala el fundador de la revista satírica. Además, en sus dibujos también critican la “monarquía, aristocracia y subproductos de esta última en Andalucía, como son señoritos y políticos conservadores, que son históricamente cómplices de ese poder que comparte y promueve lo religioso”.
Pero esta publicación tampoco se entiende sin la lucha contra el patriarcado o el capitalismo. ¿Es TeVeo una revista con perspectiva de género y clase? “Nuestra revista es feminista, de manera rigurosa y veraz. Como respuesta de legítima defensa al ataque que sufre la mujer desde tiempos inmemoriales por todas las religiones en general y por fascismos resucitados contemporáneos”, responde Iglesias. Dicen que TeVeo es un Charlie Hebdo de “andar por casa”. Y es que las denuncias y amenazas que les llegan son continuas. “Algo estaremos haciendo bien…”, indica su fundador, al tiempo en que resalta: “Ante la intolerancia y la violencia cerril, antes que la guerra, nosotros y nosotras somos más bien de hacer el humor“.
No obstante, defiende que están en su “legítimo derecho no estar de acuerdo” y que “hagan pleno uso de ello, por favor, queridos y queridas detractores de TeVeo”. Eso sí, “siempre desde el diálogo y la tolerancia y la empatía, sin violencia ni presiones, se ruega”. La revista satírica, que saca cuatro nuevas publicaciones al año, va ya por su número 18. “Somos un vía crucis importante en Andalucía”, ríe Rafael Iglesias. Y aunque última edición salió el pasado 7 de abril, con una portada que aunaba la Semana Santa y las próximas elecciones generales del 28 de abril, no tienen fecha concreta de lanzamiento del tomo 19, pero adelantan que será a principios de verano.
En ella participan “jóvenes promesas desconocidas con profesionales del más alto nivel”, como son: Nazario, Miguel Calatayud, Máximo y Benito Moreno, Max, José María Conget, Manuel Pedraz, Manuel Barrero, Francisco Correal y un largo etc. “Cada ejemplar es una pequeña obra de arte, un objeto de culto, que adquiere valor (en todos sus sentidos) en y con cada número”, valora el periodista vasco. Muchos son los que piden que TeVeo salga también en formato digital. No obstante, eso iría en contra de la esencia de los fanzines. Es por ello que Iglesias asegura que TeVeo “nunca será digital”. Aun así, desvelan que en un futuro próximo, fantasean con un programa de radio propio. “Tiempo al tiempo, como dicen los sabios patriarcas gitanos”, concluye.