La comunicación vaticana no revela detalles del encuentro del Papa Francisco con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, junto con su homóloga de Barcelona, Ada Colau, y Óscar Camps, fundador y director de Open Arms.
Este fin de semana en Roma los alcaldes de Madrid, Barcelona y Zaragoza firmaron una declaración a favor de quienes intentar llegar a Europa a través de pateras en el Mar Mediterráneo.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; la de Barcelona, Ada Colau, y el de Zaragoza, Pedro Santisteve se sumaron a esta inicitativa junto a alcaldes de seis ciudades italianas: Milán, Nápoles, Latina, Siracusa, Palermo y Bolonia.
Como ya informamos en Religión Confidencial el viernes por la tarde el Papa Francisco se reunió con las alcaldesas de Madrid y Barcelona junto a Óscar Camps, fundador y director de la ONG Open Arms.
Sin embargo, lo único que ha trascendido por fuentes oficiales vaticanas fue una declaración en la que confirmaban tal reunión, de carácter privado, y que el tema -obviamente- habría sido la acogida de migrantes.
En una rueda de prensa realizada el sábado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha insistido en que “salvar vidas no es un acto negociable” y que negar a las naves llegar a los puertos “es un crimen”.
Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve ha criticado «esta Europa que debería tomar como bandera los valores del derecho internacional, que reconoce la libertad de circulación y tránsito de las personas” que, sin embargo, presenta la ausencia de “corredores humanitarios».
La declaración firmada busca ser una alianza “de ciudades solidarias” para apoyar iniciativas que detengan que el Mediterráneo siga siendo «la fosa común para miles de jóvenes que han encontrado la muerte por la ausencia de vías seguras y legales».
Además, el texto de esta alianza reconoce “legítimo el objetivo de huir de la violencia o de la falta de oportunidades o de libertad democrática” y reconocen que las migraciones “deben ser gestionadas de forma ordenada” pero también piden que los migrantes tengan “los mismos derechos y los mismos deberes de cualquier otro ciudadano”.
También denuncian que “Europa está naufragando” tras haber bloqueado los barcos de las ONG Open Arms, Aita Mari, SeaWatch3 y otros.
Por ello, los alcaldes aseguran que deben “rescatar a Europa de sí misma” y se niegan a que “la respuesta europea ante este horror sea la negación de sus derechos humanos y la inercia ante el derecho a la vida”.
Y así, estas ciudades europeas han dicho que procurarán apoyar a las organizaciones humanitarias y a las naves europeas de socorro en el Mediterráneo. Iniciativa que calificaron como “una alianza en mar y una tierra para un Mediterráneo que tenga futuro”.
Todo esto se ha realizado ante el clima de tensión que se vive en Italia en esta cuestión. Un mensaje en la sintonía de la acogida a los migrantes del actual Pontificado, pero sin embargo, ninguna autoridad vaticana ni eclesial participó a tal reunión.