La formación política en la que milita el conseller Marzà aboga por erradicar la asignatura de las aulas, ve inviable que solo haya una docente para tres centros, sin bolsa de trabajo ni garantías de continuidad
La reciente implantación de la Religión Islámica esta semana en los tres colegios de Crevillent ha sembrado críticas desde varios polos, incluso por parte de los socios de gobierno del Botànic a nivel local. Compromís ha anunciado que pedirá en los próximos días al secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, (aunque el conseller es Marzà, de Compromís) que se retire para el próximo curso este programa piloto. Y lo explica porque abogan por erradicar las religiones en los centros públicos y por la falta de profesorado asignado. «Nuestra sorpresa ha venido cuando hemos sido conocedores de que solo se ha podido acreditar una maestra que cumpla los requisitos para dar clase, lo que hace inviable en estos momentos el mantenimiento de esta asignatura con las debidas garantías», exponen tras mantener una charla con la Dirección Territorial de Educación hace unos días.
Desde el grupo municipal entienden que no se puede implantar un programa de estas características sin disponer de una bolsa de maestros que garanticen una implementación a corto y medio plazo por lo que elevarán esta petición a la Secretaría Autonómica de Educación con tal de que se retire un programa, que a juicio de esta formación, no asegura una continuidad curricular ni a nivel pedagógico. Ponen como ejemplo varias circunstancias sobrevenidas que podrían causar un vacío en la formación como una baja laboral o un permiso, ya que no hay puestos suplentes y la plaza, por lo tanto, se quedaría sin cubrir.
Por otro lado cuestionan desde la oposición la viabilidad de esta materia que por el momento solo se ha implantado en Crevillent como único municipio de toda la Comunidad Valenciana, e incluso se preguntan qué pasará con esta materia para los alumnos de cuarto de Primaria cuando finalice el curso, ya que el programa solo se ha establecido para los niveles de primero a cuarto, que en total acumulan 164 matriculaciones repartidas entre el colegio Mas Magro, Miguel Hernández o Párroco Francisco Mas, centro éste último al que está adscrita la maestra, por ser donde se encuentra el 52 por ciento del alumnado, por lo que impartirá allí clases durante tres días a la semana en lugar de uno como ocurre en los otros dos.
Compromís aprovecha para lanzar el debate sobre las religiones e insta a todos los partidos políticos a que cambien la legislación estatal «para sacar la religión de las aulas y que sean, así, «las propias confesiones religiosas dentro de sus iglesias, mezquitas o salones de culto quienes formen o eduquen en su confesión dentro de la libertad religiosa amparada en nuestra constitución», reseña José Manuel Penalva, portavoz de Compromís.
Esta intención va al hilo de la de l’Esquerra, que ya presentó una moción al pleno en defensa de una escuela laica, aunque no salió adelante porque no tuvo los apoyos del PP ni de Cs.