Considera que la propuesta de condecoración “fue un chantaje ante el que cedió el gobierno”
El presidente estatal de Europa Laica, Antonio Gómez, ha venido a Cádiz para apoyar a la plataforma en la vista oral que se celebrará hoy sobre la concesión de la medalla de oro de la ciudad a la Virgen del Rosario.
–Explique por qué es importante que la medalla a la Patrona de Cádiz sea retirada.
–En primer lugar hay un tema de fondo: las instituciones públicas en España no deberían adherirse a iniciativas católicas o de cualquier religión. Es un país aconfesional. Por eso no entendemos que los ayuntamientos sigan con protocolos católicos. En segundo lugar hay cuestiones más técnicas, como que el Ayuntamiento no puede conceder medallas a quienes no sean personas físicas o jurídicas, como defendemos nosotros.
–¿Por qué llega hasta los tribunales por este caso alguien que es de fuera de Cádiz?
–Europa Laica tiene alcance nacional, pero también hay un grupo local, Cádiz Laica. Lo que ocurre es que la personación la hacemos desde la entidad estatal. Además, no somos ajenos, tenemos un interés legítimo; hay gente de Cádiz que pertenece a Europa Laica.
–Podemos aprobó este reconocimiento a la Virgen del Rosario. ¿Qué le dice eso?
–Europa Laica es una asociación del ámbito de la izquierda social. El laicismo busca una concepción republicana. Y aunque pueda parecer raro que Europa Laica demande a un ayuntamiento de Podemos, la duda es precisamente lo contrario: cómo un ayuntamiento del cambio aprueba esto. Mi explicación es política: se recogen seis mil y pico de firmas por parte de personas que quieren conceder la medalla a la Virgen; pensamos que detrás hay un conservadurismo fuerte que tiene que ver con la derecha más retardataria de la ciudad y también con la Iglesia Católica, siempre interesada de que sus símbolos se mantengan. Esa unión quiere poner en chantaje al nuevo equipo de gobierno, y el gobierno cede ante ese chantaje instrumentalizado por la derecha; respetando, evidentemente, a todas las personas que han firmado.
Para nosotros sería una oportunidad que rectificaran; ahora que hay elecciones anuncien que van a profundizar en la laicidad institucional y tomar esta causa como ejemplo para girar el rumbo y separarnos de la Iglesia Católica.
–¿Y qué pasa con esas otras imágenes que en la ciudad han recibido antes esa medalla?
–El último caso grande que hemos defendido ha sido el de la medalla policial concedida a la Virgen del Amor (en Málaga), que nos lo pidieron los propios policías. Lo hemos perdido, y eso nos ha costado casi 17.000 euros en costas judiciales. Quiero decir con esto que no podemos estar en cada pueblo que se produce algo así, sobre todo aquí en Andalucía. La mezcla de política y religión que se hace aquí tiene un interés electoral, el PSOE y todos los partidos lo han utilizado siempre, y es una vergüenza.
–Ya que habla de Andalucía, ¿qué ocurre entonces con la Semana Santa? ¿No deben apoyarla los ayuntamientos?
–Hay que separar estado y nación, si lo mezclamos tenemos el nacional catolicismo. Evidentemente, la sociedad civil puede hacer lo que quiera; si hay agrupaciones religiosas que hacen actividades religiosas y parte de la nación participa en ellas, estupendo, no debe haber cortapisas para que lo hagan. Lo que no puede ser es involucrar a las administraciones públicas en eso. No se puede financiar desde lo público esas manifestaciones.
–Hay quien ve en esas posturas un ataque a los católicos e incluso a la libertad religiosa.
–No. El problema es que en España se confunde el anticatolicismo con el laicismo de hoy. En Europa Laica hay también personas religiosas, incluso cristianos. Nosotros no vamos contra la Iglesia, sino contra el Estado; no protestamos por que la Iglesia se financie del Estado, sino porque el Estado financie a la Iglesia. Es muy distinto. Los estados laicos son los que garantizan la libertad de culto, precisamente. También debo decir que es cuanto menos de risa que la Iglesia hable ahora de libertad religiosa.
–¿Cuántos casos similares al de Cádiz llevan actualmente?
–Los únicos casos recientes son el de la Policía que comentaba antes y el de Cádiz. Sí hemos elevado quejas al Defensor del Pueblo, o hecho denuncias públicas desde el Observatorio de la Laicidad. Pero no podemos estar siempre denunciando, no tenemos recursos.
–Además de las medallas y las condecoraciones religiosas, las inmatriculaciones de bienes en favor de la Iglesia es otro frente abierto por Europa Laica.
–Efectivamente. Nosotros fuimos fundadores de una plataforma estatal, Recuperando, que tiene múltiples plataformas locales. Y ahora en noviembre nos reuniremos en Zaragoza para preparar los pasos que daremos. Europa Laica cree que se debe retrotraer todos los bienes inmatriculados como consecuencia del cambio legislativo en época de Aznar, eso como primer paso; y luego habría que atacar el problema de fondo: ¿el patrimonio histórico de raíz religiosa son bienes de la Iglesia Católica o públicos? Tenemos muchas catedrales restauradas con fondos estatales o autonómicos, que luego aportan cantidades ingentes de dinero a la Iglesia a través de la visita, todo ello sin declarar un euro por las exenciones. Eso no puede ser. Y nosotros vamos más allá y pedimos que le ley no se limite a los edificios sino también a los bienes muebles.
–¿Hay en Cádiz algún caso denunciado?
–Hasta ahora no, pero seguramente haya. Por ahora es muy difícil saberlo, por eso exigimos que el Gobierno elabore esa lista de inmatriculaciones.