Fernández Vara ha participado junto a Pablo Casado en un debate organizado por la Fundación Pablo VI y la Conferencia Episcopal Española, donde ha reivindicado el papel de la Iglesia, la compatibilidad de los valores cristianos con su cargo político o la defensa del Estado aconfesional.
Durante los días 3 y 4 de octubre se ha celebrado en Madrid el congreso » La Iglesia en la Sociedad Democrática «, organizado por la Fundación Pablo VI y la Conferencia Episcopal Española, con motivo de los 40 años de la Constitución Española. El congreso se ha clausurado con la mesa redonda en la que han intervenido Pablo Casado, Guillermo Fernández Vara y el Rector de la Universidad Pontificia de Comillas, bajo la moderación del periodista Fernando Ónega, con una exposición inicial de cada interviniente y, después, un debate entre ellos.
El Presidente de la Junta afirma que “cuando hemos tenidos debates internos sobre si hay que revisar o no los acuerdos con la Santa Sede yo suelo decir con cierta mano izquierda, y nunca mejor dicho, que igual cuando se revisen nos llevamos alguna sorpresa y nos damos cuenta de lo que significa para la España social el papel que la Iglesia ha representado o que representa”, destacando su labor caritativa y su tupida red asistencial.
Esta afirmación llama la atención y contrasta con el programa electoral del PSOE, que introdujo en el año 2016 el compromiso de denunciar los acuerdos con la Santa Sede, así como con la proposición no de Ley que registró en el año 2013 en el Congreso, en la que instaba al Gobierno a revisar los acuerdos de 1979, donde afirmaban que el Concordato es un “límite a la acción democrática”. El presidente de la Junta se presenta, entonces, como un firme partidario de mantener vivas las relaciones con la Iglesia y apela al sentimiento religioso extremeño para descartar cualquier modificación en los acuerdos con la Santa Sede.
Tras la visita y breve audiencia de Fernández Vara, con el Papa Francisco el pasado 12 de septiembre para trasladar la petición de que Guadalupe pase a formar parte de la Provincia Eclesiástica de Extremadura y hacerle entrega de un documento de la Asociación Cívica “Virgen de Guadalupe”, Vara continúa su periplo en actos religiosos y reivindicando el legado de la Iglesia.
En la mesa redonda, Vara empezó su intervención relatando sus vivencias en el colegio jesuita San José, de Villafranca de los Barros, y la influencia de su madre, profundamente cristiana. Remarca que las tres vicisitudes que le han marcado su esencia cristiana son la influencia familiar, el colegio jesuitas y su profesión de forense.
Vara expresa que ha de ser consecuente con sus creencias desde la organización política donde entró de la mano de Rodríguez Ibarra, y que a lo largo de este tiempo no ha vivido contradicciones entre sus valores religiosos y su labor en el PSOE. Las dificultades se han podido superar “desde el diálogo y el espíritu de la Transición. (…) desde esa España que pretendió mirar hacia adelante, donde el carcelero y el preso se sentaron en la misma mesa para construir un proyecto común, donde se defendía la libertad religiosa y la aconfesionalidad del Estado, con la Iglesia católica siendo una parte importante de nuestras vidas”. Asimismo, recalca que no debe confundirse Estado laico con sociedades laicas, respondiendo el primer concepto a la independencia total entre el Estado y cualquier religión, y el segundo a que la religión (católica) no tenga influencia en nuestra sociedad.
Continúa su intervención reivindicando el papel de la iglesia desde el plano social y recordando que este año otorgaron la medalla de Extremadura a sor Cristina, una monja de San Vicente de Paul, responsable de un comedor social. En este medio, ya comentamos el alto porcentaje de Medallas de Extremadura entregadas a la Iglesia Católica y asociaciones afines.
En lugar de discutir los acuerdos con la Santa Sede, el presidente de la Junta de Extremadura se va por la tangente, proponiendo que lo que necesitamos es una iglesia que se adapte a los cambios y a la sociedad actual, siendo más inclusiva. No obstante, ha apelado a «no renunciar a los valores y principios». Vara considera que “la culpa de que a la misa del domingo no vaya nadie menor de 50 años no la tiene la religión en los colegios, la tiene la religión en casa, en la familia, en el ejemplo, en las costumbres”.
Durante su intervención ha aprovechado también la oportunidad para destacar los logros alcanzados en Extremadura y el desarrollo que se ha producido desde que empezó en política, con diferentes citas y referencias a la Biblia y al Papa, y también con guiños y complicidad hacia Pablo Casado, devuelta por este en la primera parte del debate, aunque en las réplicas han discrepado sobre algunas cuestiones.