Los fieles de la Iglesia del Séptimo Día podrán examinarse «a partir de la puesta del sol» y se aplicarán medidas para preservar la confidencialidad del examen
El Principado compatibiliza por primera vez en su historia el rito de la iglesia adventista del Séptimo Día, que considera sagrado el sábado como día de descanso, con un concurso-oposición. Es decir, a los fieles de esa religión que se presenten a la convocatoria de una de las 62 plazas del cuerpo administrativo y cuyo examen se celebrará el próximo 24 de noviembre, a las once de la mañana, en el campus del Cristo, y que, «por razón de su religión, tengan que realizar el ejercicio a partir de la puesta del sol del sábado» se les aplicarán las «medidas oportunas para preservar la confidencialidad del examen».
El opositor tendrá que presentarse junto al resto de aspirantes a primera hora de la mañana, pero se le llevará a un aula donde estará vigilado hasta que se ponga el sol y pueda, según su religión, hacer el examen escrito.
El Principado aduce en la convocatoria, que se publicó ayer en el Boletín Oficial del Principado, que todas las personas que se encuentren en esta situación deben notificarlo al Instituto Asturiano de Administración Pública Adolfo Posada durante el plazo de alegaciones para que «se adopten las medidas oportunas para preservar la confidencialidad del contenido del examen y garantizar la realización de la prueba en condiciones de igualdad con el resto de los aspirantes».
Es la primera vez en la historia que el Principado tienen en cuenta la condición religiosa en un concurso-oposición y que adapta el examen a las condiciones personales de un aspirante. De hecho, en el resto de convocatorias los opositores tienen que presentarse sí o sí a la prueba, que sólo se les realizará otro día por causas de fuerza mayor; en definitiva, una hospitalización.
Otros casos
Durante las oposiciones al cuerpo de profesores de Secundaria y Formación Profesional que se celebraron este pasado mes de junio en Asturias, los sindicatos denunciaron públicamente la situación de algunos opositores que, pese a encontrarse en una situación muy complicada, no contaron con el apoyo de la Administración ni pudieron optar a que se les cambiase la fecha de la prueba.
Éste fue el caso de Olaya García, que cinco días después de dar a luz y con un bebé que reclamaba pecho a demanda tuvo que presentarse al examen como cualquier otro aspirante en el Instituto Universidad Laboral de Gijón. «No estoy en condiciones de hacer un buen examen ahora», aseguraba la aspirante en junio con su bebé en brazos.
Olaya García contó con el apoyo del Sindicato Unitario Autónomo de Trabajadores de la Enseñanza de Asturias (SUATEA), que ya en otra ocasión también denunció que un opositor tuvo que ausentarse del tanatorio donde velaban a su padre para hacer la prueba, pero en ningún de los dos casos se hicieron excepciones con los aspirantes.
Macgdiel Auram, pastor de la iglesia adventista del Séptimo Día de Oviedo, explica que «para nosotros la Biblia es sagrada y el sábado que el séptimo día tenemos que descansar. Cuando una persona de nuestra religión se presenta a un examen tiene que ofrecérsele la oportunidad de hacer el examen o después de que se esconda el sol o incluso otro día, teniendo en cuenta la Ley de libertad religiosa».