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El Ministerio de Educación mantiene el salario por cuarto año a maestros de Religión sin horario lectivo

El descontrol sobre una plantilla de 2.000 docentes que depende de tres instituciones distintas -Gobierno, Junta de Andalucía y Obispado- dificulta el conocer cuántos casos hay y en qué colegios

Esta semana, el Gobierno central y el andaluz han cruzado por primera vez sus datos para localizar, «colegio por colegio», este «desajuste entre horas de contrato y horas reales de clase que están impartiendo»

El pasado 10 de septiembre empezó el curso escolar en Andalucía, en las etapas de Infantil y Primaria, y este periódico constató que en algunos colegios de Sevilla y Cádiz habían renovado su plaza maestros de Religión que no tienen clases asignadas que impartir o tienen menos horas de las que aparece en su contrato. Es una situación «anómala», según ha reconocido la Consejería de Educación andaluza que, sin embargo, se viene repitiendo desde el curso 2015/2016, cuando el Gobierno regional delegó en las escuelas la potestad de reducir la carga horaria de Religión. El 65% de los centros escolares de Primaria de la comunidad optó por acortar el tiempo de esta asignatura de 90 a 60 o 45 minutos a la semana. Muchos profesores de Religión se quedaron sin ninguna función docente asignada, pero renovaron su plaza y su salario y siguieron acudiendo a su lugar de trabajo sin nada que hacer.

Esta realidad persiste en algunas escuelas andaluzas, según reconoce la propia Junta de Andalucía, aunque las administraciones responsables han sido incapaces de acotar y resolver el problema en los últimos cuatro años. El Ministerio de Educación, responsable contractual de los maestros de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía, ha asegurado a este periódico que «no existe en la actualidad ningún docente contratado sin carga lectiva». «A finales del curso pasado, la consejería nos remitió 85 casos anómalos, maestros sin horario lectivo. Muchos de ellos no estaban registrados en el sistema informático del Gobierno andaluz y habían causado baja hacía tiempo. A 1 de septiembre quedaban 13 maestros de Religión sin carga lectiva y ya se ha regularizado la situación sin haber despedido a ninguno. Han sido reubicados en otros centros donde eran necesarios y al empezar el curso todos los profesores están impartiendo sus horas de contrato»,  aseguran fuentes del ministerio de Isabel Celaá , remitiéndose a los datos de su sistema informático.

Sin embargo, esta redacción ha contactado con seis escuelas que contradicen esos datos. La Junta, además, no puede corroborar lo que dice el Ministerio, porque en Andalucía la ley no permite que un maestro de Religión sea «reubicado» en otro colegio para impartir una asignatura distinta a la suya, y del curso pasado a éste no ha aumentado ni la demanda ni la oferta de la asignatura de Religión. Al menos hay seis colegios de Sevilla y Cádiz que han comunicado a la Consejería de Educación, por diversas vías, que «un año más» les han asignado un profesor de Religión de más, «que permanece en la sala de profesores varias horas al día sin hacer nada, porque ya hay otro docente que cubre la demanda íntegra de dicha asignatura».

Ninguno de estos colegios ha querido dar su nombre al periódico, «porque se trata de señalar a compañeros de trabajo, más allá del caos administrativo que existe en la plantilla de maestros de Religión». Las consecuencias de esta anomalía en cada centro es diversa: los hay que colaboran en otras tareas del colegio y los hay que «no hacen nada», porque su contrato les impide «impartir materias distintas a Religión o cubrir bajas de compañeros o vigilancias de recreo». Preguntado al respecto, fuentes de la consejería no se han querido pronunciar, aunque admiten que puede seguir existiendo un «desajuste o una disfunción» entre el número de profesores de Religión contratados y el número de horas necesarias en Andalucía.

«Anomalía administrativa»

La Consejería de Educación confirma de manera extraoficial que «aún quedan casos» de docentes de Religión que cobran por horas que no imparten, porque en sus colegios se aprobó una reducción horaria de esta asignatura, pero se ha mantenido al mismo personal. Esta «anomalía administrativa» empezó en el curso 2015-2016. La Junta de Andalucía abrió una investigación el año pasado, recopiló todos los casos que logró encontrar y lo puso en conocimiento del anterior Ministerio de Educación:   263 maestros con más horas contratadas de las que imparten en la actualidad en 252 colegios de Andalucía. 178 docentes impartían menos horas de las que estipula su contrato y otros 85 maestros no daban ni una sola clase de Religión, pese a disponer de contrato a jornada completa. 

La inspección educativa andaluza se encargó de visitar todos los colegios que pudo, pero en la conclusión final del informe remitido al ministerio se advirtió: « Dado que no se dispone de los contratos del profesorado de Religión, no puede comprobarse” si los 1.895 profesores con horas de esta materia en todos sus centros “cumplen con la jornada para la que están contratados”. La consejera de Educación, Sonia Gaya, ya había alertado al anterior ministro, Íñigo Méndez de Vigo, del “desperdicio de recursos para la escuela pública”.

El profesorado de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía tiene condiciones laborales muy similares a las de los interinos: cobran alrededor de 24.000 euros brutos al año en 14 pagas, unos 1.400 euros netos al mes. “El perjuicio a las arcas públicas” que Gaya denunció también en el Parlamento andaluz puede alcanzar los 6,3 millones de euros en un año académico, en torno a 18,9 millones de euros que el Ministerio habría gastado en la renovación de horas contratadas de clases de Religión que no se imparten desde el año 2015. 

La situación se repite en algunos colegios por cuarto año consecutivo, según ha podido corroborar este periódico. El descontrol administrativo sobre una plantilla de más 2.000 docentes que depende de tres instituciones distintas -Gobierno, Junta de Andalucía y Obispado- dificulta el poder conocer cuántos casos hay, dónde están y cuánto dinero público se está gastando el Ministerio en profesores de Religión que no imparten clases, o dan menos horas de las que recoge su contrato, desde 2015.

Cobrar sin trabajar

La semana pasada, el Gobierno central y el andaluz cruzaron por primera vez sus datos para localizar, «colegio por colegio», este «desajuste entre horas de contrato y horas reales de clase» que están impartiendo todos los docentes de Religión en Andalucía. El pasado miércoles hubo una reunión técnica en la sede del Ministerio, a la que acudieron los técnicos andaluces de Inspección Educativa y Planificación, y donde se intercambiaron los «datos oficiales», para luego cotejarlos con «la situación real de cada centro». Es la primera vez desde que se destapó el «escándalo», como lo calificó IU en el Parlamento andaluz, que ambas administraciones se reúnen para tratar de dimensionar el problema y ponerle solución.

La Junta alega que no puede saber quiénes son esos maestros de Religión sin horario lectivo ni dónde están, porque es una plantilla que depende del Ministerio, y por tanto no consta en su sistema informático. El Gobierno central, en cambio, replica que su cometido se limita a renovar automáticamente a los profesores de Religión «a propuesta de la Consejería de Educación». Ésta es una de las grandes discrepancias entre ambas administraciones: el origen del problema está en que en Andalucía, desde 2015, se imparten menos horas de Religión en los colegios de Primaria (el 65% aprobó recortar el horario de 90 a 60 o 45 minutos), y sin embargo, el Ministerio ha mantenido la misma plantilla y el mismo número de horas contratadas.

De la reunión del pasado miércoles salió el compromiso de cruzar todos los datos posibles: el Ministerio le ha proporcionado a la Junta el listado completo de los más de 2.000 maestros de Religión, con nombres y apellidos, y el número de horas de contrato de cada uno. Ahora la Consejería de Educación tendrá que rastrear, colegio por colegio, a estos docentes, para contrastar si están impartiendo todas las clases que tienen por contrato, o si les falta horario.

Gaya destaca el "impulso" a la Formación Profesional, que supera por segundo año en alumnos al Bachillerato
La consejera de Educación, Sonia Gaya.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha heredado el problema de los profesores de Religión sin carga lectiva a los que el Ministerio de Educación continúa pagándoles su sueldo, a pesar de que no tienen clases que impartir desde 2015. La Junta de Andalucía denunció esta «anomalía» ante el ministro anterior, Íñigo Méndez de Vigo, y más tarde puso en manos de su sucesora un informe que contabilizaba el número de casos confirmados: 85 maestros de Religión de Primaria cobraban por clases que no impartían -permanecían su horario íntegro en un colegio sin nada que hacer- y otros 178 docentes cobraban por menos horas de las que tenían contratadas.

El nuevo Ministerio revisó ese informe y, según fuentes del departamento, confirmó que «la mayoría de esos casos ya habían causado baja». A principios de septiembre, al departamento de la ministra Isabel Celaá sólo le constaban 13 maestros de Religión destinados en colegios donde ya había otro profesor para esta materia y, por tanto, no era necesaria su plaza. «Todos han sido reubicados ya en otras escuelas y, a día de hoy, no hay contratados maestros de Religión en Andalucía que no estén impartiendo clases», aseguran a este periódico fuentes del Ministerio.  «Hay menos, pero hay», replica una fuente de la dirección de la Consejería de Educación.

Los datos informáticos y los datos reales

Este periódico se personó el año pasado en media docena de colegios con maestros de Religión sobrantes que no tenían clases que impartir y pasaban sus horas de contrato «de brazos cruzados» en la sala de profesores. Luego contactó telefónicamente con una docena más. Una veintena de directores de colegios de Cádiz, Sevilla y Málaga corroboró la misma situación en sus centros (algunos aportaron documentación que confirmaba que se había dado aviso a la Inspección Educativa y al servicio de Planificación de su delegación territorial de Educación). Eldiario.es/andalucía ha vuelto a contactar con varias de estas escuelas cuando ha empezado el curso académico, confirmando que en algunos casos el problema persiste.

Sería, por tanto, el cuarto año consecutivo que el Ministerio de Educación, que es quien contrata a los profesores de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía, lleva pagando a maestros que no dan clases, pero siguen acudiendo a su centro y cobrando su salario. La situación se repite desde 2015, cuando el Gobierno de Susana Díaz redujo el horario de Religión en Primaria.

Como consecuencia, empezaron a sobrar maestros u horas contratadas en muchos colegios, pero el Ministerio ha seguido renovando sus contratos los cursos siguientes y la Consejería de Educación les ha confirmado sus plazas. El departamento que dirige Sonia Gaya reconoce que se han estado «desperdiciando fondos públicos», aplaude que el nuevo Ministerio «está por fin comprometido a resolver esta anomalía», pero admite que sigue sin poder certificar con exactitud cuántos maestros de Religión, de los 2.158 que hay contratados en Andalucía, están cobrando por horas que no imparten desde hace años.

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