Querido José Luis Rodríguez Zapatero: No sé si te habrán contado que la Conferencia Episcopal Española ha decidido gastarse en formar un partido político ilegal el dinero que tan generosamente le regalas.
Como sé que estás muy ocupado recogiendo pruebas de que ANV y PCTV son la tapadera legal del conglomerado terrorista ETA-Batasuna, pongo en tu conocimiento que con el Partido Popular lo tienes más fácil, pues cada día es más evidente que funciona como tapadera de una agrupación más siniestra si cabe (ni en cien mil años conseguiría ETA matar a tanta gente como asesinaron los miembros de esta secta religiosa durante su ya larga historia).
Deberías saber que el Partido Popular recibe apoyo logístico de esta organización que todavía no ha sido condenada por terrorismo, aunque su trabajo consiste en aterrorizar psicológicamente a los niños para mantenerlos en las redes de su secta, una secta judaica que, no sé si lo sabes, se hace llamar cristiana. Antes de que los demás partidos políticos, incluido el PP, que se apunta a todo, acaben exigiéndote con justicia cada uno de ellos el mismo 0,7% del IRPF con que subvencionas a esta asociación de parásitos sociales vestidos de sotana, creo que ya es llegada la hora de incluir en tu programa electoral la denuncia de ese disparate llamado Concordato, y que se busquen la vida como hacen los gremios de videntes, echadores de cartas, magos, adivinos y demás embaucadores.
Ayer leyeron públicamente su programa. Pidieron, como hace ETA-Batasuna con las formaciones que ahora pretendes ilegalizar, que sus militantes, a los que llaman fieles, voten a su partido tapadera, bajo pena de cometer grave pecado, y se abstengan de votar al de un gobierno como el tuyo que permite el matrimonio entre homosexuales, el aborto, el laicismo, la Educación para la Ciudadanía, la negociación con los otros terroristas y la Ley de la Memoria Histórica.
No se dejaron nada en el tintero. Así que te pido por su dios que les hagas el favor de devolverlos al estado de pobreza, como exigía Cristo. De lo contrario me temo que están irremediablemente condenados.
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Primera meditación para hoy: las campañas de imagen del Partido Popular son de libro. Un gabinete de “agitación y propaganda” se encarga a diario de repartir la consigna del día, y la tropa la repite hasta la saciedad como papagayos. Cuando se gasta, o medio mundo se descojona de la necedad del día, se le busca inmediatamente un recambio. Últimamente, cuando se habla de crisis, sea en la Bolsa, sea en los malos datos del paro o del IPC, la frase ladilla es: “es que el gobierno no hace nada”. Ellos, los reyes de la acción, que cuando España sufría el mayor desastre ecológico con el Prestige se iban de caza del urogallo (a la caza del uruguayo van otros fachas) y Aznar tardaba varios días en visitar la zona, víctima del miedo escénico. La monserga la repiten el mirlo blanco de Pizarro y su pobre comparsa Arias Cañete, que ha pasado al banquillo desde que nombraron titular al milloneurista que nos viene a salvar de todas las crisis. Para no hacer nada, absolutamente nada, con la que está cayendo, está el consejero Lamela, que la cadena SER localizó esquiando en Baqueira. Él no caza urogallos ni uruguayos. El cazador de médicos se deslizaba por otras pendientes, dejando resbalar los problemas, melena al viento, como ya es marca de la casa, mientras sus compañeros de Madrid mentían, una vez más, afirmando que el vigilante de las urgencias hospitalarias se encontraba en viaje oficial. En viaje oficial, hay que joderse. De todas formas creo que un incompetente de su calibre hace menos daño esquiando que al frente de una Consejería. Pero cuidado con las caídas, a ver si tiene que ingresar por la entrada de urgencias del hospital más cercano. Sólo así volvería a creer en la existencia de un dios justo.
Segunda meditación para hoy: El cura pederasta Marcial Maciel, fundador de la secta de los Legionarios de Cristo, a la que pertenece, entre otros, Ángel Acebes, y que gozaba (mucho) de las simpatías de la esposa del hombrecillo insufrible -la de Cuarto y Mitad de Ambiente del ayuntamiento de Madrid-, ha muerto en su exilio de México, escondido de la justicia terrenal como una rata. Y ha muerto como lo que era. Los curas pederastas le lloran mucho en estos momentos de aflicción.