Muchos socialistas en la larga e intensa historia del PSOE y la UGT optaron por realizar actos, que se denominaban “civiles”, y que tenían que ver con momentos cruciales de la vida: nacimiento, matrimonio y muerte, al margen de la Iglesia Católica y los sacramentos. El Socialista dedicó una sección específica, especialmente en las primeras décadas del siglo XX, a recoger estos actos que se desarrollaban por toda la geografía española. El conocimiento de estos hechos nos permite comprobar cómo la izquierda española planteó una alternativa laica a los hitos de la vida, a pesar de los intentos de la Iglesia y de una parte del poder político por impedir esta secularización, especialmente en relación con la muerte, pero no solamente.
Como un ejemplo de esta columna o sección del periódico socialista nos hacemos eco de la que se insertó en el número del día 4 de noviembre de 1910, en una época, además, de gran conflicto entre los intentos secularizadores del liberalismo español en el poder con Canalejas que, a pesar de ser muy tímidos, provocaron una intensa movilización católica.
Pues bien, la columna a la que nos referimos de ese día iba cargada de “actos civiles”, y con comentarios sobre algunos conflictos con el clero.
Se informaba que Justo Julián, socialista de Teruel, había perdido a su compañera (nótese que no se aludía a esposa ni mujer) el 28 de octubre. En su entierro se concentraron los socialistas y republicanos de la localidad (nos encontramos en la época de la Conjunción republicano-socialista), siendo el sepelio civil. El periódico apreciaba la integridad de convicciones del compañero en un momento tan duro para él.
En Tembleque fue enterrada una hija del socialista Casimiro Anguita, pero en este caso estalló el conflicto. Al parecer, el cura párroco recurrió a las autoridades para evitar que se produjese un entierro civil, después de haber intentado convencer al padre. El alcalde apoyaba al sacerdote, pero los concejales socialistas impidieron que triunfase el deseo religioso.
El 11 de agosto fue inscrita en el Registro Civil de Linares una niña, hija del socialista Isidro Pérez, con el nombre de Fraternidad, no siendo, por lo tanto, bautizada.
Miguel Vázquez, de Mora de Toledo, había perdido a un hijo pequeño. Fue enterrado civilmente. En esta localidad las damas católicas intentaron que Remedios Menchero, hija de un socialista, se casara por la Iglesia con su novio Amalio Calvo, curiosamente también socialista. Pero terminaron casándose en el Juzgado. La boda fue una verdadera fiesta laica, con intervención de la Juventud Socialista. Al parecer, el cura párroco negaba las fes de bautismo que solicitaban los jóvenes para casarse por lo civil.
La obrera Josefa Molina de La Carolina enterró civilmente a una hija.
La columna periodística terminaba con la reseña del fallecimiento de Rosario Álvarez Fernández, hija del socialista Rafael Álvarez, hecho ocurrido el 14 de octubre. Fue enterrada civilmente.
Podemos consultar el número 1286 de El Socialista.
Eduardo Montagut. Historiador