Según el colectivo Lucena Acoge los dos cementerios existentes no son católicos, sino recintos en los que se siguen rituales de enterramiento católico, por lo que «no se crea un cementerio musulmán, sino que se acota una parcela para rituales de entierro musulmanes».
Ante los comentarios de índole racista y discriminatoria suscitados tras el conocimiento por parte de la opinión pública de la creación de un «cementerio musulmán» en la ciudad, la organización Lucena Acoge ha emitido un comunicado de prensa en el que asegura que «afortunadamente en nuestro país no hay ciudadanos de primera o de segunda según sus creencias religiosas» y recuerda que España es un país donde todos los ciudadanos tienen las mismas obligaciones y derechos y donde el Estado «debe velar por la libertad religiosa de todos sus ciudadanos», siendo los cementerios «terrenos de titularidad pública afectos a la aconfesionalidad que también recoge la Constitución española».
Sin embargo, indica Lucena Acoge, «los ayuntamientos como titulares de los cementerios autorizan que se practiquen rituales de entierro acordes con las creencias religiosas de cada persona. Así pues, al igual que los dos cementerios que existen en la ciudad no son cementerios católicos, sino que son cementerios donde se siguen rituales de enterramientos católicos, ahora no se ha creado un cementerio musulmán, sino que se ha acotado una parcela de un cementerio donde se pueden practicar rituales de entierro acordes a las creencias de esta religión».
Según esta organización «el Ayuntamiento con esta medida ha cumplido con dos valores de España recogidos en su constitución como son el laicismo y la aconfesionalidad y además ha hecho justicia reparando el derecho a la igualdad, toda vez que los ciudadanos musulmanes, pagan impuestos que entre otras cosas sostienen el funcionamiento de los cementerios y hasta el momento no podían enterrarse según sus creencias».
