La asociación aragonesa Movimiento hacia un Estado Laico ( MHUEL ) ; comunica que ha tenido conocimiento de la nota simple del Registro de la Propiedad nº2 de Zaragoza ( Adjuntamos archivo ) fechada a 28 de junio de 2018 , tal y como advertíamos en anterior comunicado.
Ante estos hechos MHUEL manifiesta :
1) Recordar que San Juan de los Panetes ( Zaragoza ) es propiedad de la Administración General del Estado desde 1933 y así lo ha manifestado la Dirección General de Patrimonio . Así mismo también recordamos que este inmueble fue inmatriculado por la Archidiócesis de Zaragoza en 1989 en flagrante fraude de ley .
Posteriormente a tenor de un escrito de la DGP , nos enteramos que el Arzobispado de Zaragoza se personó ante el Notario de Zaragoza Don Francisco de Asís Ventura el 12 de diciembre de 2017 a cancelar la inscripción registral – cuestión que empezamos a poner en duda – . Ante los escritos presentados por MHUEL a la DGP y al Defensor del Pueblo ; se emitió una resolución administrativa el 9 de abril de 2018 conminando a ejecutar ante el Registro de la Propiedad la veracidad de la titularidad , dominio y propiedad a favor del Estado.
2) MHUEL siguiendo las instrucciones recomendadas por la oficina del Defensor del Pueblo , elevará nueva queja esta misma semana ante este organismo por el incumplimiento manifiesto de las resoluciones administrativas .
3) MHUEL comunica e insta de manera urgente al Gobierno de Aragón , a las Cortes de Aragón , al Ayuntamiento de Zaragoza y a la Delegación del Gobierno en Aragón ; para que dentro de sus competencias ejecutivas hagan cumplir la ley y las resoluciones emitidas desde organismos con la legitimidad necesaria que otorga el Estado y sus administraciones .
4) Nos parece singular y lamentable que sea una asociación como MHUEL que ni quiere ni recibe subvenciones públicas , la que esté haciendo el ” seguimiento efectivo de este proceso” a base de gastar recursos económicos propios ante el desdén y soberbia de un Arzobispado no muy resuelto a devolver lo que un día se apropió indebidamente y la desidia ejecutiva de ciertos poderes públicos de poner las cosas en su sitio.